martes, 25 de octubre de 2011

Seguir

La belleza de las palabras, y la claridad de los silencios.

Ella fumaba su cigarro mientras el bar se inundaba de gente como cada noche, las sillas amontonadas, los gritos de risas, las cervezas que iban y venían de entre las mesas que a medida que pasaban los minutos se llenaba más y más; en su mesa la cerveza se calentaba lentamente y perdía el sabor, el cigarro se consumía a cada pitada y se convertía en bocanada, en humo suave y penetrante.

-“Bueno, vamos a lo nuestro, qué querías?” preguntó ella extendiendo la sonrisa, se había convertido en costumbre que de vez en cuando salgan estas mínimas reuniones en las que no se hablaba de nada sin dejar todo sobre la mesa,

-“Te parece, así tan rápido? La cerveza se calienta, si me pongo a hablar ahora lo hará del todo y tomará el horrible gusto agrio.” No es que escapase de la pregunta ni del tema, era completamente cierto.

-“De no hacerlo vos, tendría que empezar yo…” dijo ella mientras él se tomaba un buen sorbo de bebida, después de sus palabras apoyó el vaso lentamente sobre la mesa y la miró extrañado…

-“Vos tenías algo que decir? No estaba enterado de eso, creí que el único que tenía cosas para decir acá era yo.” Y bebió un sorbo más de cerveza, pero esta vez más pequeño.

-“Ciertamente siempre hablás vos, si bien fue tu idea que hagamos esto nunca le aporté nada nuevo a esta conversación, o a las anteriores, y me pareció justo darte algo de lo que hablar.” Dijo mientras tiraba la ceniza al cenicero de roble pequeño igual a todos los que estaban en las otras mesas, la gente las había llenado ya , y había alguna que otra parejita esperando afuera para entrar, por lo general el bar se llenaba y no salía nadie hasta entrada la noche, pero de vez en cuando alguna que otra mesa se liberaba antes.

-“Me sorprende, pero si tenés algo que decir me encantaría que lo digas, no hay problemas en que empieces vos, técnicamente es lo que siempre esperé…” Esto era totalmente cierto, ella jamás había propuesto nada para conversar.

-“Igual es una estupidez, pero lo tengo que decir, mirá en estos meses que pasamos juntos después de que vos me propusiste esto, que confieso que al principio me pareció una estupidez, pero acabé disfrutando tanto, no se me cruzó sino hasta el viernes pasado que quizás, y solamente quizás, pueda salir algo lindo de todo esto. Me refiero a algo un poco más serio, algo más allá de estas salidas…” Las cosas en este ambiente estaban lo suficientemente claras, desde hace varios meses que las salidas se repetían no solo en el bar, de vez en cuando se podían escapar a ver alguna película al cine, o si la situación lo ameritaba, algún encuentro furtivo y silencioso a lugares donde bañarse les salía gratis, pero más allá de estos encuentros, el convenio era que no había absolutamente nada entre ellos, ni una amistad, ni amor, ni “respeto” el día que cada cual encuentre a una pareja adecuada las cosas terminarían de la mejor manera posible.

Él la miró por algún tiempo, era lo que él tanto estuvo esperando desde que le confesó sus sentimientos, incluso con esta mentira de salir sin sentir, o de estar juntos sin estarlo.

-“Lo que te venía a decir es que estoy saliendo con alguien más…” La gente seguía hablando, pero se generó un silencio aturdidor y él siguió –“La conocí hace poco, y lo pensé muchísimo antes de hacer cualquier cosa, y me resumí a vernos a lo largo de estos meses a vos y a mí, y decidí que si, que tenía que hacerlo, que si bien te quise mucho y lo sabés, tu freno me hizo imposible avanzar, me moví con eso estos meses, y de repente apareció esta mina…” Cada palabra como cuchillo, cada línea como cortes.

Ella se levantó de la mesa y dejó el nuevo cigarrillo a medio fumar, él la siguió con los ojos y luego bajó la mirada a la cerveza caliente, no lo odió, no le tenía bronca… este juego lo había aceptado ella, y también lo había arruinado, pues las palabras quedaron en la garganta demasiado tiempo… se puso su abrigo ligero mientras él se paraba.

-“Te vas?” preguntó él desde la obviedad

-“No te parece que es lo mejor?” dijo ella con frialdad pero sin borrar la sonrisa (en parte también estaba feliz porque él saciara ese sentimiento lastimoso que sentía por ella, y que ella siempre supo que le haría mal, pero si bien aceptó este trato que se llevaban nunca lo hizo de mala, sino para despejarse también ella y darse la oportunidad mutuamente)

-“Te acompaño, por lo menos por esta última vez…” dijo él, y ella lo miró con la sonrisa más grande que de costumbre. Las cosas se habían volteado, ella ahora no quería que él se fuera, lo entendió de manera inmediata, entendió todos estos meses, cada despedida, cada salida y cada encuentro de los otros…

-“No, en serio, te lo agradezco pero esta vez no…” se acercó y lo besó de manera corta, tomó su cartera y se fue. Él la siguió con la vista hasta que se perdió al doblar la esquina, tomó su celular mientras tomaba otro trago de cerveza y escribió “Ya le dije” y lo envió… TENÍA que seguir.



Gracias por leer.

jueves, 3 de marzo de 2011

Yo contra mí

Si lo vieran de lejos, si lo miraran desde fuera, seguramente creerían que está loco.

Un viaje, caminata, o simple reposo, no importa dónde, simplemente importa que empieza.
Una batalle interna, puramente propia, de él, sin necesidad de expresar. Pero lo hace, porque a eso se acostumbró, es una bella manera de sangrar y cicatrizar.
Una voz un tanto más tosca, más seria, pareciera que más adulta y más confiable le comienza a hablar, (siempre, pero siempre será él, pero nombrémosle, “El otro”) él siente una terrible aflicción, una bronca, ganas de gritar, odio… no, odio no, sería más bien rencor. Pensante como de costumbre se carcome la cabeza, se lastima con sus palabras, de pronto el otro aparece “no sirve, si gritas, si te enojás, no sirve…”
“¿pero qué puedo sentir entonces, cómo se supone que tengo que reaccionar?”; “No es lo verdaderamente importante, ni lo que tengas que hacer… demostraría que te importa…”: “¡PERO LO HACE!”; “bueno, entiendo, pero no alardees de eso, no es necesario para vos… ¿o acaso no querés respetarte siquiera?”; “No se trata de respeto, se trata de lo que siento, él no tenía porque estar ahí… nunca me sentí peor”; “aaaay, no lo extiendas tanto, no te empobrezcas por semejante estupidez, hay cosas peores, ¿o no?”; “Vos también… basta con eso, ahora no quiero sermones sobre dolores de otros, si no puedo manejar los míos”; “nadie habla de los ajenos, hablo de los tuyos, pero los más importantes los…”; “CALLATE! No entendés de lo que hablás, no me entendés! No ves que me muero por esa mujer, no lo ves!!”; “¿CÓMO NO LO VOY A VER!? NO VES QUE SOY VOS! No intentes maximizar todo! Llorar no basta, gritar? Para qué? No seas patético, soy yo gritándome a mi, pero más suave… levantá la cabeza idiota, no es el piso tu lugar, es aburrido estar ahí… caete, o aprendé a volar, pero no te des por vencido!”
Frenó. Era demasiado. El cielo oscuro lo ignoraba por completo. No se trata de lo que haya, lo que falte, se trata de lo que uno es, lo que se valora, lo que importa… se trata de uno, y ella no tiene relevancia.
“Levantate de ahí, y caminá.”

Siempre se trató de eso, fueron tantas ya, que una más…

Gracias por leer.

martes, 22 de febrero de 2011

De o con.

Grises en todas las escalas, colores oscuros, bicicletas bajo la lluvia, charcos sin sacos para que las damas pasen… ¿Sensaciones de mierda o pura depresión de febrero?

No era una lluvia ordinaria, llevaba días así, era como si el cielo desplegara toda su agua para que el resto se moje, para que todo pasara. Salir de algún lugar y no llevar paraguas es de improvisado, es propio de quien no tiene un pensamiento cauteloso sobre el después. Pero nunca le importó porque él amaba el camino bajo la lluvia. Entre la tremenda niebla que su cabeza nublaba y la lluvia que no le permitía ver más allá de los 2 o 3 metros, él caminaba casi como si el mundo no existiera. En las esquinas veía gente cruzando a toda marcha por las calles, autos acelerando para evitar el aguacero, él solo caminaba de manera tranquila, mientras el agua entraba en cada poro de su piel. Vió un par de parejitas escondidas entre los árboles lluviosos y maricones, los vió besarse apasionadamente, ¿Pequeñas promesas o momentos, qué importaba? Era maravillosa la imagen, cuánta envidia sentía de aquellos pequeños. Caminaba, no se detenía, su casa estaba lejos todavía y la lluvia no cesaba, lo mojaba íntegramente, hasta sus zapatillas estaban ya llenas de agua.
En una esquina frenó, y del otro lado de la calle vió una figura (no podía ser) tan familiar, tan cálida, incluso entre la lluvia la reconoció (no, no podía ser…) esperaba que el semáforo cortara para poder cruzarla y quizás de manera “accidental” decirle “hola”, chocarle el hombro o ignorarla, para sentirse mejor (era imposible)
El semáforo se tiñó de rojo, y pasaron, pero no era ella, como era de esperarse…
¿Cuántas cuadras quedaban? Ni la más remota idea, solo sabía que la lluvia estaba espléndida, y que nunca se había sentido mejor.

Gracias por leer.

lunes, 21 de febrero de 2011

Nuestra pelea.

En el ring, dependiendo siempre de lo que hagas, nos hacemos lo que acostumbramos a hacer.

Una sonrisa, de las más bellas, de las que ella acostumbra a soltar con desmesura, sin importar si es honesta o fingida.
Una sonrisa maravillosa, de oreja a oreja, con una expresión feliz, y los ojos achinaditos.
Una sonrisa hermosamente hermosa, haciendo crecer las facciones de su cara, maximizando su belleza y destruyendo lo poco de él.
Parada del otro lado, sonriendo hacia él, como preparando el mayor de sus golpes.
Él golpeaba levemente los puños con los guantes puestos, miraba al suelo para que ella no le asestara el primer golpe sin que esté preparado.
Él se mordía los labios disimuladamente, mirarla a los ojos iba a ser un gran problema, pero debía de hacerlo si buscaba ganar o pasar airoso.
Él transpiraba sin siquiera salir de su esquina, con sus amigos apoyándolo, mientras ella del otro lado, dejaba de sonreír y transformaba su rostro a una sinceridad agobiante.
Con esta nueva perspectiva el árbitro llama al centro del ring a ambos, él asombrado por el cambio, y ella sin sonrisas.
Una vez en el medio, y tras golpear los puños, después de sonar la campana, mientras la gente emocionada gritaba por la pelea, ninguno de los dos levantó los puños, a diferencia de antes, ninguno se puso a la defensiva, ninguno preparó un golpe…
Ella estaba seria, mirándolo con cierta ternura, él estaba atónito, sin respuesta alguna.
“Sabés que no quiero pelear. Sabés que esto me parece una estupidez, y calculo que también sabés que estuve esperando mucho tiempo por algún buen golpe de tu parte, pero jamás levantaste los guantes, nunca peleaste, no te arriesgaste… sabés que no necesito nenes a mi lado, sabés que quiero un hombre, sabés que necesito soporte, que sufrí muchísimo y estoy harta de todo esto (se saca los guantes sin sacarle la mirada de encima) sabés que no sé si te quiero, que no estoy segura de todo esto, pero quiero que también sepas que me hubiese animado, antes y ahora… que esperé por ese golpe, por ese arrebato tuyo, por ese atrevimiento, por una seña… pero no, y eso me decepcionó (se hizo un silencio enorme en el estadio entero).”
Los dos de frente, él sin palabras, ella sin más que decir… y sonrió levemente, con lágrimas en los ojos. No supo qué hacer, no sabía cómo afrontar esa sinceridad, para él ella era la mujer perfecta, la indicada, pero jamás esperó que tuviese una reacción como ésta, nunca creyó capaz esta situación.
“Te quiero… creo que desde que te vi lo hice, siempre te temí. No era miedo, no, era más bien pánico, qué hacía yo si todo me salía bien, sería suficiente…
Nunca me animé a levantar los brazos, a defenderme siquiera… dejé que hagas, es lo que mejor me salía, y escuchaba, y mientras vivía… (Se quitó los guantes despacio) y se ve que vos siempre lo supiste… se nota que lo intuías, qué idiota fui… Es increíble que ahora te pueda mirar, que ahora pueda mantener la mirada clavada en tus ojos… porque ahora te quiero más quizá.”
Ella se acercó a él lentamente, mientras él temblaba levemente, mientras solo podía dejarla hacer, como lo hacía desde un principio… se paró justo en frente de él y le acarició la cara suavemente y con su pulgar le rozó los labios.
“Estuve dispuesta antes, y lo estoy ahora…” dijo mientras él en lo profundo allá donde solo es sincero con él mismo pensó “Y bueno, caeré de nuevo” Y ella solamente lo besó, mientras la campana sonaba y la gente aplaudía.
¿Quién ganó? Creo sinceramente que quizás hayan ganado los dos.

Quizá debamos ser lo que estamos destinados a ser… ¿No te parece?

Gracias por leer.

martes, 15 de febrero de 2011

240. Azul♦

Pronuncia fuerte tu nombre, dicen que si el eco vuelve entonces tu ángel te acompaña.

Alguna lejana pradera, un lugar de ensueño. Nos prometimos tantas veces el cielo o el infinito que hoy el vacío al que nos sometemos nos ahoga.
Años habrán sido de maravillosa compañía, hasta que la panza creció, los niños nos sacaron la pasión, la lujuria, el tiempo. Luchamos por reavivarlo, lo sabemos.
Recuerdo la juventud de nuestro amor, la locura de las primeras veces, las luchas contra la familia y los amigos, recuerdo esa primera vez cargada de emoción, amor y locura, tan suaves, tan enamorados. La noticia de nuestro primer hijo, la emoción de la casa, esos proyectos realizados.
Nunca nada está escrito, ni dicho. Todo lo que soñamos, hoy parece tan lejano aquel pasado maravilloso que nos planteamos y finalmente completamos.
Me gritaste a la cara “No queda nada para vos acá”.

Caminar, sin mirar atrás. Vivir ésta vida, que es una sola. Amar, odiar, enloquecer.

Vean “Blue Valentine”

Gracias por leer.

jueves, 10 de febrero de 2011

Climax; Si el Diablo te compra el alma.

Como si fuera cierto poder hacer estas cosas.

En un ambiente desértico se vió, con aquella figura de frente, ese ente que observaba su reacción. Él la sostenía de la mano, con fuerza y con las manos transpirando la observaba a los ojos con una sonrisa triste.
Ella susurraba un “no” suavecito, mientras lo miraba en un llanto sordo, sin expresión.
Cuantas cosas vinieron a su cabeza, cuantas cosas inútiles, cuantas cosas vacías, recuerdos de nada, de besos que no fueron y abrazos engañosos… (Para él)
Cerró los ojos lentamente mientras ella suplicaba esta vez su tierno “no”, pero lo tenía decidido había algo que no estaba bien, algo no lo dejaba avanzar, un perfume, una sensación, algo de ella no dejaba que él siga, y no era culpa de ella, nunca lo fue… simplemente se cansó de dar a la nada, de esperar en vano, se cansó de no poder avanzar esperando la nada…
La figura le presionó, con la mirada fija.
Abrió los ojos y sostenía la sonrisa… “te amo” le dijo “sabés que es así, hace rato lo hago, y lo sabés… pero no aplico presión, entiendo como son las cosas acá no soy ningún boludo, pero me cansé, no de vos, me cansé de mi en relación a vos, me harté de ser así cuando me acuerdo de vos, o te pienso o te veo, me harté… de escribir boludeces, de pensar incoherencias, de ocupar horas esperando en el teléfono o el celular… podrido estoy de mí.”
Sin sacarle la mirada dijo “me quiero olvidar de ella, de cada detalle, de todo recuerdo… borrala, para mí no existió.”
Desde los talones ella se empezó a borrar, lentamente se fue diluyendo en el aire mientras él le sujetaba la mano y ella con esa sonrisa inanimada le dijo “un gusto haberte conocido” de a poco todo su cuerpo de disolvió en el aire y él sostenía ahora la nada, mientras en el aire resonaba su ultima palabra “…conocido”.
“COBARDE.” Escuchó y volteó, “Cobarde, eso sos, un cobarde… sin escrúpulos ni voluntad, no tenés alma para pelear por lo que amas, no tenés corazón para dejar que desaparezca de esa manera, sos un cobarde, un miedoso, un imbécil sin futuro, ¿borrarla? ¿Eso te parece justo? Olvidarte de todo es la solución, eso pensar, pero tu actitud es repudiable, es asquerosa, es simplemente la actitud de un cobarde… disfrutá ahora de lo que te queda, que es nada, porque si no peleas por lo que querés, entonces vendiste bien tu alma, no te va a servir para nada…” Su enorme reflejo, el de él mismo odiándose por lo que hizo se desvaneció en el aire, y el Diablo le devolvió a la realidad, sacándolo del ambiente desértico, y devolviéndolo al departamento, atónito, sin entender lo que había pasado, y sin un alma al que llorar.
La mañana siguiente se cruzaron como todas siempre en el comedor, ella no sacó la vista de su taza de té, y él no se apartó de la máquina de café… en silencio, entre la multitud de compañeros de trabajo.

Gracias por leer.

miércoles, 9 de febrero de 2011

La innecesaria maquinaria del tiempo.

Creo que si dijera que es como una película, mentiría que no te das una idea…

Se miraron desde lejos, con ese perfume en el aire, casi parecido al de una mañana campestre, pero sin soles en cielo. Se danzaron como si estuviesen en medio de una pista, enorme y prodiga; pensaron en los abrazos que se darían, se besaron más allá del aire, dibujando un trazo de ahí para atrás, o para adelante quizás.
Él cerró los ojos, entre la dulzura de sus caricias, y pudo reflejarse en un futuro que no estaba imaginando, sino viviendo de manera abierta, pero siempre reflejado.
Un futuro raro que no tenia ningún pasado, ni presente actual. Se vio en un futuro reflejado y vacío, quizás de mañana o de un par de horas; comprendió que era el futuro de quien sostenía en sus manos, y él.
Volvió al presente, la máquina del tiempo lo dejó vivir el momento; la miró y le comió la boca como nunca antes.
No era cuestión de un futuro, él lo sabía. Era la noche, el momento, y las ganas de disfrutar sin ninguna preocupación.

Por lo menos pudo ser “la gran noche” de alguien.

Gracias, otra vez.

viernes, 21 de enero de 2011

Queja.

La rabia, el odio, el llanto, la desesperación…

¿Qué estará sintiendo? Su cabeza se acorta, se expande, no se ve de lejos o por fuera lo que el alma grita, lo que el alma ruega lo que el cuerpo pide. Se sienta en el cordón de la vereda o en algún paredón, se lleva las manos a la cara o juguetea con los dedos (¿Acaso alguien lo notará?) evita pensar, trata de bloquearlo, en un impulso chequea el celular (nada) piensa en tirarlo lejos, u “olvidarlo” en casa…
Aunque se ahogue piensa, no puede dejar de hacerlo, le duele tal acción pero lo hace, pensar no le es ajeno…
Cierra los ojos, piensa, siente rabia.

Pero la queja no cambia la organización, ni el llanto detiene la muerte, ni la venganza devuelve lo perdido… Nada cambia. Nunca.
Entonces, no mientas más.

Gracias por leer.

lunes, 17 de enero de 2011

Sueños.

Cierro y abro, serán unas cien o mil veces cada vez… mirar y permitirme, por poco que fuera, soñar aunque sea un rato, nadie me puede sacar ese derecho.

El ventilador disfrazando el calor, las sabanas a algún costado y el frío (por loco que suene) desde adentro generando el malestar. Una vuelta para un lado, otra para el otro, una incomodidad molesta que no permite sueño alguno.
Entonces pasadas las horas, desdibujadas las imágenes que nuestra cabeza dibuja en la oscuridad, y eliminado el imaginario creciente con el ruido del ventilador, concilia el sueño, un profundo y dulce sueño.
No pasará demasiado, siente un calorcito en los labios, un rico perfume, una respiración sobre sus mejillas. Abre lentamente los ojos y la figura se vuelve real, unos ojos hermosos mirándolo de frente por encima de él, ella desarreglada, algo despeinada, con una hermosa sonrisa lo mira y sonríe (como siempre) no dice nada, se mantiene muda y sonriente, y entonces lo besa, dulce dulce sensación, un cosquilleo recorre el cuerpo, siente el dulce en sus labios y el perfume penetra. Levanta los brazos y la abraza, se vence a tal tentación, siente su piel, toca su pelo, sigue besándola y abrazándola, no puede parar le es imposible, siente algo que lo impulsa a seguir, no puede permitirse abrir los ojos sin dejar de besarla, siente sus labios, la piel, la respiración, su pelo…

Pero los abre, despacio… el despertador lleva un tiempo sonando, la luz del día traspasa las cortinas y vuelve tenue el color de la habitación. Se sienta en la cama, no podía evitar sacarse la sensación de sus manos y su boca, se calza las ojotas, camina hasta el baño, y cierra la puerta despacio, creyendo que en algún momento ella saldría de alguna de las puertas durmientes de la casa y lo sorprendería con ánimo y dulzura… pero los sueños no son más que eso, y cerró la puerta sin novedades.

Sueños son, solo sueños son…

Gracias por leer.

jueves, 13 de enero de 2011

Destiempo

Si te miro tu sonríes, y si yo soy quién sonríe tu me ves, pero no exijamos coordinación, de eso nunca se trató.

Pretende, hoy pretende…
Cansinamente se hace parte de su mentira,
Se incorpora a su rendición y ese estúpido relleno de mentiras
Hoy parece que ella no le miente y que él se sincera
Parecen las propuestas baratas y aburridas
Se marcan en momentos divertidos y sinceros
No marcan tiempo, se miran con cariño
Se desean con sinceridad
Manejan los tiempos pero los consume si se atrasan
Los momentos se pasan, fuera, lejos, ajenos, tiranos…
Y en su mirada se destella la maravilla del querer
Y en sus sonrisas se observa lo lindo de pretender
Y en ese cruce magnifico se haya el silencio
Callado y ajeno, tirano y perverso
Pues el silencio resulta la mejor opción
Porque no es ni competencia ni batalla…
Y de ser así sería una ya perdida,
Una de las que no se pelean con sentido.
Magnifiquen las sonrisas
Extiendan los abrazos
Extremicen las miradas
Hagan reales los besos
Antes de entender que este sentimiento no es real
No es tangible, ni posible, ni maravilloso
Hagan algo lindo de esto,
Antes de que la realidad les diga a ciencia cierta
Que se conocieron, que se merecen, que se quieren…
A destiempo.

Gracias, sinceras gracias.

domingo, 2 de enero de 2011

Cuchillo.

¿Una expresión de dolor? ¿O una mueca de felicidad? ¿Planteos disimulados o estúpidos escaparates de locura?

“Maldición”, decía él mirando el cuerpo con los ojos grandes y las manos llenas de sangre…
“¿Qué pasó?” se repetía constantemente, “¿cómo la maté, por qué?” miraba el cuchillo y a ella una y otra vez “¿qué pasó, cómo fue?” y nervioso se golpeaba el mango del cuchillo con la frente… “Se había olvidado de mí… sí, eso fue… se olvidó de mí, no me llamó. Se olvidó de decirme que me amaba… ¿o me engañó? ¡SI, me engañó, ella me engañó! Pero ¿con quién? Si, con alguien, seguro… más lindo, más alto… ¿Pero cómo...? ¡Yo la quería y se lo decía siempre!” se acercó con lentitud a ella, le sujetó la cabeza y la miró fijamente, reía nervioso esperando que alguien asomara por la ventana, o que golpeen con fuerza la puerta, pero no la soltaba, reía y lloraba como un idiota. “¿Por qué mi amor, por qué… si yo te cuidé tanto, tanto tiempo, si yo moría por vos, yo mataba… yo maté mi amor…?” La miró, perdió la noción del tiempo, perdió su ubicación en el mundo, simplemente la miró por el tiempo suficiente…
“Yo voy a matar por vos… mi amor.” Y se hundió el cuchillo.

“Pues ¿para qué vivir con la hipocresía de decir a quienes me pregunten sobre el accidente que lo hice por algo tan simple, cómo explicarle a la gente que te maté porque te amaba, por la locura de los celos, por la infamia de que ya no tendría tu boca para mí, si ya te maté y no ibas a volver, para qué respirar diciendo que estaba arrepentido? No amor, no voy a mentir más… acá nos vamos” y al cuchillo hundido en el estomago lo levantó con fuerza hacia el pecho. La vista se nubló, los pulmones respiraron sangre, sonrió, la acarició y murió.
Los paramédicos no tardaron demasiado después del grito de la vecina habrían pasado dos horas no más. El cuchillo atravesó el riñón, pero no provocó heridas graves, la caída le provocó el desmayo y la perdida de sangre la inconciencia, con dos semanas estaría bien, ella seguía acá.

Como dije… Planteos disimulados o estúpidos escaparates de locura.

Gracias por leer.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Elecciones

Llorando porquerías.

Si lloramos todo el camino, cuando reiremos?
Si peleamos por lo que queremos siempre, cuando lo disfrutaremos?
Si murmuramos siempre, cuando conocerán el sonido de nuestra voz?
Si no gritamos. como sabrán lo que odiamos?
Si este mundo se rinde, por qué no hacerlo nosotros?
Y si te agarras de mi mano y todo es distinto? Entonces qué?
Si tan solo este páramo maravilloso fuese real, y no solo el páramo, sino tu presencia, este momento sería eterno, y nuestras lágrimas, luchas y murmullos dejarían de ser nuestros, para poder llegar más allá, para ser más.

Si paramos, a dónde iremos a parar?

Gracias por leer.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Hoy o después.

Hoy después de mí.

Se miraban a los ojos uno frente al otro, cada cual daba su leve señal de pérdida por el otro, ella y él mirándose a mitad de la calle, en el banco sonriendo con complicidad y regalándose sonrisas con desdén.
Ella le sujeta la mano fuerte y le explica que lo quiere, que lo quiere mucho; él asienta con la cabeza y se le borra la sonrisa, ella dice algunas palabras, explica que la situación se plantea complicada y que pronto esto no se podría repetir, insiste con que lo quiere y él le suelta la mano, ella le sonríe, hace alguna morisqueta para que él le regale una sonrisa, pero no hay caso.
Ella pide que entienda (cómo se supone que él pueda entender aquella petición en virtud de lo que ella significaba, de lo que ella hizo por él, de las tardes y las noches, de las cenas y las salidas, de los besos y los abrazos. El juego siempre estuvo planteado, siempre se supo que sería así, pero era cruel el pedirle que él entienda con todo lo que la quería.) él ríe con ironía (cómo se supone que ella no se enoje ante tal reacción si siempre supieron hasta donde llegaría, por qué esa reacción no pudo ser un último beso de despedida o un abrazo entendedor, en lugar de eso esa mueca mezquina que ignoraba por completo el sentimiento de ella, que la ponía en piel de mala.)
Insiste con que lo quiere, él la mira con rabia.
Él le toma la mano, ella sonríe
Ella lo besa tiernamente, él siente un nudo en la garganta
Ella le jura que de ser distinto no dudaría en estar con él
Él llora dos o tres lagrimas y le propone partir.
Mientras se paran y se abrazan él le dice que solo quiere que sea feliz, y ella llora también.

Se alejan lentamente hacia Dios sabe dónde, mientras en el mismo banco dos jovencitos no muy mayores se toman de la mano y se comen a besos en mitad de la plaza, soñando quizás muy adentro algún destino juntos. Quizás sea la mera ironía de que cuando las cosas no son, simplemente no son y la suerte de algunos es la desgracia de otros…

Gracias por leer.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Rendirme porque sí.

Las realidades, las partes desconocedoras.

Caminamos entre lomas y montañas,
Sé que cometimos errores imperdonables
Nos miramos con recelo creyéndonos afortunados
Por habernos encontrado entre tanta gente
Nos cruzamos en la calle
Nos enamoramos en la vereda
Pero quienes nos acompañaban no lo notaron
Entonces, ¿Está mal querer de esta manera?
¿Dejarnos llevar por el impulso
será acaso nuestra perdición?
Te miro a los ojos y lo sé
Siento tu perfume y lo entiendo
Y cada gota de sudor, cada abrazo lastimero
Nos aleja de lo que somos
Pues queremos a nuestros acompañantes
Pero nos queremos también nosotros
¿Mentirles para que sonrían
O ser honestos para llorar
Ser sinceros para nuestra alegría
O mentirosos para la fachada?
Abrazarte es mi anhelo, morirme en tu perfume
Pero si este es el mejor camino,
Entonces me doy por vencido
Y sigamos cada cual por su camino…

Gracias. Muchas gracias.

jueves, 25 de noviembre de 2010

230♦ De hoy en más.

¿Cuánto?

Me crucé con una esquina
Encontré respuestas mundanas
Ví preguntas estúpidas
Caminé calles en silencio
Desperté veredas con canciones
Nos sentamos en asientos de estación
Amanecimos en bancos de plaza
Hicimos filas para bancos
Y nos atendieron en maxikioscos
Encontré un Banelco con billetes de diez
Y maleantes deseosos de dos
Conocí gentes de estación
Odié personas de mentira
Amé mujeres pordioseras
Coseché amigos de sonrisas
Y amistades de llantos
Compañeros de pesares
Acompañantes de ocasión
Mentí respuestas de parcial
Aprobé lecciones de vida
Gané partidos fáciles
Perdí de los decisivos
Extravié billetes grandes
Encontré billeteras vacías
Lamenté celulares con recuerdos
Conocí promesas electrónicas
Aprendí procedimientos fundamentales
Olvidé boludeces inoportunas
Crecí
Fui
Soy
Quiero ser…
Si ya pasó tanto tiempo
Quedate tranquila
Entre tus errores y los míos
Vamos a llegar a tiempo
Nos falta tan poco…


Gracias por leer

jueves, 18 de noviembre de 2010

En reparación...

Será la puerta o la ventana, el momento o el momentum… ¿acaso importa?

Es simple la historia, pero complejo el sentir, es distribuida la bronca, es potente el porvenir, suelo sonreír si busco mi felicidad, pero tapo con dientes las cosas que me hacen llorar…
¿Pero importa acaso el llorar?
El llorar nos es común a varios, es complicado para otros, para los “fuertes”… pero si supieran que a veces se trata de fortaleza, de superación…
Es necesario hacerlo para cerrar etapas, es privilegiado aquel que se limpia con este proceso doloroso y repetitivo, pero que funciona…
Porque las penas no son más que manchas, horribles manchas que molestan y desembellecen y no hay mejor limpieza que las que ofrecen las lágrimas del alma, las fabricadas específicamente para limpiar las manchas…
Pasará el tiempo que deba pasar, y se derramará Todo aquello que tenga que derramarse, pero si esto sirve para limpiarse, y empezar otra vez, entonces déjenme llorar esta noche, déjenme ahogarme en alcohol y dejar pasar las penas por esta noche, prometo que mañana no lo haré, es solamente para sentirme bien, y olvidar las cosas que me hacen sentir mal…
No será por mucho seguro, pero voy a desaparecer… quédense tranquilos, todavía vivo, es alejamiento para limpiar, y remodelar…

Abrazos si los quieren, besos si los piden, calcúlenle dos semanas, y volveré…

Gracias por leer.

martes, 16 de noviembre de 2010

Bye bye...

Disparame fuerte en el pecho, siempre supe como recibir esos disparos letales.

Miraste de frente con la frente en alto, y como si todas esas cosas fueran a ser ciertas disparaste, y ¿sabés?
Desaparecí… pues esa era la intención…

Porque 2 minutos en el cielo, o 5 en el infierno, no hacen la diferencia…

Gracias por leer.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Sábado 12.10am

Como caminando tu camino

La preparación a veces va más allá de los mapas, los caminos suelen ser peores si se los camina solos.
Pero de caminarlos como los camino, entonces el aprendizaje es mayor… las caídas, las pérdidas, los momentos amargos, las manos astilladas, los momentos perdidos y los ganados, las peleas, los riesgos, las chances, las cachetadas, las cabezas gachas para mantener el orden, el mirar, el ganar, el perder, el morir por algo o por alguien, el no dormir por un parcial, el temblar cuando te habla ese momento adrede que te hace un perfecto idiota o el mejor de los mentirosos…
Todo lo que pasa no tiene por qué ser malo, todo lo que amo no tiene por qué perderse, por mucho que el estúpido destino interfiera y me haga ver que no solo estoy solo, sino que planea seguir haciéndolo, insisten con que debo seguir…
Por mucho aprendizaje ganado, por mucha ira acumulada, por muchas caídas, por pocos triunfos, las únicas ecuaciones posibles son las que puedo hacer en matemática (no estoy hablando de mí) los únicos momentos felices son los que me “río” sin importar si me helaste la sangre, o me quedé atónito cuando te ví (sigo sin hablar de mí) la pelea es peor mientras pasa el tiempo, se vuelve más cruda cuando llega la noche, y empeora con este puto sentimiento (insisto, no hablo de mi)…
Pero el camino está radiante adelante, siempre me dijeron que no se modificaría por mí, él está allá adelante, y habrá que caminarlo…
(Que nochecita de mierda… (No hablo de mí))

Gracias por leer.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Oda al amor de su vida.

Nos compartimos, en la mirada y en el ser…

Nos miramos tiernamente, pasó el tiempo suficiente para conocernos, luchamos a la par codo a codo y sin cansarnos, pasamos tormentas terribles juntos, soportamos las más terribles aberraciones y mentiras, siempre mirándonos a los ojos conociéndonos…
Cada paso que dimos, cada caída que sufrimos, cada golpe de la vida, cada abrazo del alma, cada beso del corazón…
Peleamos la vida como se debe, sin rendirnos ante la adversidad, creyendo siempre que esto que somos fuimos y seremos, siempre fue es y será aún en la eternidad… amor.
Hoy con todos nuestros años, con la adolescencia vivida, con la adultes superada, con los hijos grandes y en familia, con la vejez ya pasada, seguimos de la mano, con nuestras arrugas y pesares, con los dolores de espalda y el caminar tranquilo…
Creo haberte amado desde que te conocí, o quizás un poco después, verdaderamente no me importa, porque te tuve a mi lado siempre, mujer.
Hoy te has ido y no tolero la vida, no puedo mirar mi cama vacía o no sentir tu perfume al despertar, ese que siempre me dio fuerzas, no puedo estar sin pensar o creer que te veré por ahí…
Tantos años pasamos juntos amor de mi vida, que a pesar de nuestros hijos, ya crecidos y felices, me doy por vencido, no lucharé esta tormenta de mi enfermedad solo… me voy contigo mujer de mis sueños, no tolero esperarte más…

Juro solemnemente que siempre te amé… en un rato nos vemos, otra vez.

Gracias por leer.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

de la mano

Uno cortito…

Ella lo miró, todavía sostenía su mano…
Él hizo lo mismo, fue un cruce peligroso
Entre los sentimientos vieron la verdad,
Se vieron como nunca antes
y se soltaron
Quizás así, las cosas debían ser…
“por ahí no te tenía que encontrar” dijo ella
“por ahí, nunca tuve que sentir esto por vos” dijo él
Un silencio desgarrador entre los dos…
“pero lo siento, ¿qué querés?” replicó él.
Y ella se sonrojó y lo besó de nuevo…

Por ahí no lo entienda nunca, pero no sé por qué lo siento hoy…

Gracias por leer.

martes, 2 de noviembre de 2010

La fe.

Es como… ¿la fe?

Había estado un rato largo sentado (¿horas, días, meses? No creía poder diferenciarlos puntualmente) ya casi no sentía sus piernas de tanto revolearlas, de juguetear con la sombra (había pasado la mayor parte del tiempo haciéndolo…) estaba algo agotado, no se sentía del todo bien, pero tampoco se quería ir, no se quería rendir… había pasado tanto ya, no pretendía irse tan rápido… (Además de ese impulso que lo llevaba a pensar que debía aguantar, que tenía que mantenerse así, en ese lugar, porque si bien quizás no llegue de inmediato, llegaría.) Pudo acomodarse en varias posiciones para mantener la comodidad, para tratar de sentirse a gusto con esa postura insulsa que no decía nada.
Habían pasado tantas por ahí, tantos momentos, pero seguía en aquel bastión al que lo confinó su suerte, esperando la calma, el momento preciso que lo liberaría (aunque ese era su pensamiento, ya que estaba ahí por decisión propia, por un presentimiento vago de lo que pueda pasar, por la Fe, propiamente dicha, por el sueño).
Pero como en todas las historias siempre hay finales, se paró y postró frente a la luz destellante, y sonrió… o lloró, sinceramente con tanta luz no pude apreciarlo con certeza…
Y en base a esto, decidan ustedes si es un final feliz, un final triste, un simple final o si solamente se le otorgó otra oportunidad…

Gracias por leer.

domingo, 31 de octubre de 2010

Domingos como este

Con los ojos cerrados y la música alrededor.

Si te habrás acercado, si te habrás antepuesto sobre todo lo que me interesaba, por supuesto apareciste y desapareciste, te hiciste fuerte con ese vaivén de porquería… sufriste las caídas, las risas y el dolor, te fortaleciste entre malestares, te potenciaste con mi depresión, pero estabas ahí, quién lo hubiese dicho, ni siquiera lo noté, pero estuviste ahí.
Caminamos, sí que lo hicimos… vos te habrás equivocado, yo me habré esforzado, pero después de las corridas, muy a pesar de las carreras, acá nos vemos, ambos estupefactos de la idea académica de que “Nosotros” puede ser una realidad.
Y con “on the radio” en los parlantes, Regina Spektor nos cuenta de nuestro pasado, y morimos de amor con esas palabras, y nos abrazamos en el llanto, y vos mi solcito, y yo tu limón, y nosotros los tarados, soñando este sueño nuestro, solo nuestro…
Esperanzas si las hay, nunca se pierden.

Gracias por leer.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Existir.

De la paciencia y mis virtudes, guardo solo lo necesario.

Algunas veces sueño con desperdiciar estos momentos inútiles, o aprovecharlos mejor, sacarle brillo a las horas en que nos desencontramos, sueño con pasar el tiempo perdido disfrutando cosas, me imagino lo que sería si fuera…
Vivir de esas cosas hace mal, hacer es lo que hace bien.
Hoy no me dejas ni siquiera escribir, no me dejas pensar; si esto fuese más justo, entenderías el por qué de la cuestión, y cuando me esté yendo, con mi cara destruida, con mi reconocimiento perdido y mis alas deshechas, no me dirías más que un beso, no me contarías más que un abrazo y por sobre todo, no me amarías más de la cuenta, sin tener presente lo mucho que lo necesito…
Déjame vivir sin sentir que la lluvia se va a llevar todo, agarrame la mano y deja que yo haga el resto, deja que estas palabras sean lo que quieras oír y así, en una de esas somos el uno para el otro.

Gracias por leer.

viernes, 22 de octubre de 2010

Los caminos.

Ni mi camino ni los tuyos…

Son mis sueños luchados
Mis momentos vividos
Mis vidas perdidas
Mis amigos amados
Mis amores de la vida
Mis recuerdos adorados
Mis personas queridas
Mis dolores más profundos
Mis penas lastimeras
Mis pesares pesados
Mis acompañantes de ocasión
Mis enemigos de alma
Mis compañeros de vida
Mis perdidos bailes
Mis perdidas alegrías
Mis tratos con la muerte
Mis despedidas sin retorno
Mis regresos sin llamadas
Mis hermanos amados
Mis primos queridos
Mis viejos adorados
Mis idas tenebrosas
Mis vueltas oscurecidas
Mis maneras de verte
Mis motivos para quererte
Mis maneras de idealizarte

Quizás, con todo esto, después de todo
Solo me reste encontrarte.

Gracias por leer.

miércoles, 20 de octubre de 2010

220.- Si yo.

Con esto nunca alcanza.

“¡Pura espuma!” le gritó ella con fuerza, casi con odio, mientras él la miraba sorprendido ante su reacción cuando la quiso saludar.
“te haces el ¡no sé! Te haces el vivo, decís cosas lindas, te miro como una idiota, provocas algo en mí, y cuando te veo te quedas en el molde, no me decís nada loco, nada lindo, nada suspirante… ¡pero me miras con esa sonrisa! ¿Qué te pasa, te lo preguntaste? ¡Ay me haces poner loca! ¿Por qué no me decís lo mismo?...”
Él la miraba extrañado, sentía un ardor en el pecho, no podía respirar muy bien, estaba ¿emocionado? Cómo definirlo, se había quedado sin palabras, no esperaba tal reacción.
“Besarte, ¿te parece? O agarrarte de la mano y llevarte a caminar por ahí ¿no es linda propuesta? Y mientras caminamos te voy diciendo todo lo que me haces sentir, por qué, desde cuándo, cómo… te digo todo, te lo recito si querés, no sé, no pensé que necesitaras algo así de mí… bah, nunca me habían pedido algo así”
Ella mantenía su cara de enojo, mirándolo fijo, con ira (una disimulada y fingida ira), él sonreía mirándola igual…

No importa lo que pase, ni yo lo sé…

Gracias por leer.

martes, 19 de octubre de 2010

Deseos

De entre todo renazco.

Entre el odio y la desesperación,
“Te deseo lo peor aunque sé que no se hace
Te deseo el dolor porque sé lo que se siente
Te deseo el odio porque me lo hiciste sentir
Te deseo la felicidad trunca
Te deseo los colores más oscuros
Te deseo el pesar del no poder
Te deseo el olvido
Y por sobre todo te deseo, de corazón
Que todo el mal que hiciste en mí
Vuelva y lo entiendas, lo aceptes y se haga tu piel”
Exclamé.
“Porque no te odio más
Porque ya no me importas
Porque no caeré en el suplicio del dolor
Porque ya no rezaré por tu alma y su salvación
Porque no me importa si vas arriba o abajo
Porque no me interesa que seas feliz
Porque no pienso seguir sangrando por vos”
Me juré.
Porque me juré pelear solo por lo que valga la pena
Y porque sobre todo, hoy entiendo
Que no vales ni eso, ni mi rencor, ni mi odio
Ni mi bronca, ni mi pena
No vales nada más que este simple suspiro
Que hoy tiro al azar
Ni para que lo leas, ni para que lo entiendas
Este suspiro, es una escupida de mi tiempo pasado
Este suspiro, es un adiós, y que la pases bien…

Gracias por leer…

lunes, 18 de octubre de 2010

Alguna noche de estas.

De qué o de cuánto… no importa, mientras todo esto sea cursi.

Una mañana, una de esas en las que no nos despertamos apurados
Una mañana de las que se dibujan con crayones
Una mañana como las de antes, con olor a pasto recién cortado
Una mañana soleada y con aroma a nuevo
Una mañana de domingo quizá, o de lunes
Alguna mañana, sé que alguna mañana o…
Una tarde, ¿por qué no?
Una de esas tardes de mística
Una de esas tardes de trabajo
Una tarde de universidad, con gustito a mate
Una tarde con Ismael Serrano cantándonos “amores imposibles”
Una tarde con alguna canción romántica
Una tarde de mates entre nos, y con bizcochitos o facturitas
Una tarde medio alegre o complicada,
Una tardecita linda y con el sol naranja en el ocaso…
Si, alguna tarde, sé que alguna tarde o mañana, o…
Una noche, una noche tranquila
Una noche con ruido y música de baile
Una noche en algún restaurante o con una rica comida casera
Una noche en la que con dos sillas alcance y sobre
Una noche sin problemas o preocupaciones
Una noche de amor continuado o de una película
Una noche llorando o riendo,
Una noche entre los dos
Sé que una noche de estas, o una tarde o una mañana
Alguno de los dos se irá, o pensará en hacerlo
O vos o yo tengamos que hacerlo porque aquél nos llama
Así que mejor, por qué no desde mañana
Nos levantamos temprano, cortamos el pasto
Nos quedamos a la luz del sol
Nos tomamos unos mates con bizcochitos
Salimos un rato
Comemos algo tranquilos
Miramos alguna película
Nos dejamos de pelear y preocuparnos
Y disfrutamos de lo que tenemos
Porque yo te tengo a vos
Y vos me tenés a mí, y aunque mañana nos lleve la vida
Las cosas siempre van a ser así

Gracias por leer.

martes, 12 de octubre de 2010

Radio.

Prepárate, pues todo está por venir.

En la radio sonaba la dulce voz de la señorita, tan dulce y simpática.
“perdón” repetía, (no le prestaba mucha atención) suena un tema cursi, de esos que me agradan escuchar en mi retorno a casa tras la universidad…
Las voces comienzan a hablar, la hipocresía en algunos, la estúpida voz de perdón fingido en otros “perdón por dañarte, señora X la necesito”; “no te quise engañar, tu hermana se me regaló” cosas así, estúpida miseria de la fragilidad humana, de esa palabra que a la gente le sale tan fácil sin siquiera sentirlo “perdón” se repetían unos a otros, errores estúpidos y frágiles.
Ya harto de escuchar tanta estupidez, tanta hipocresía y dispuesto a cambiar de radio, le dí una última oportunidad al último oyente con una voz treintona…
“Perdón, qué se yo si decirlo acá, perdón, pasaron tantos años ya, nos perdimos tantas cosas, pareciera ayer cuando te vi por primera vez, con tu uniforme hermoso, con tu pelo atado, nunca fuiste la más linda, eso nunca te importó, pero así tan arrogante y despreocupada eras todo lo que siempre soñé igual.
Con cara de cansada, con una sonrisa impecable, me acerqué a duras penas, necesité que me necesites, insistí en que me veas, pero estabas ahí, de repente y casi sin esforzarme demasiado estabas tan apegada. Nos contamos de la vida, nos reímos del pasar del tiempo… creo ahora, contando bien, que fueron años los que pasaron con estas palabras en la garganta… jaja debo parecer un idiota diciéndole esto a una mina que no le dije siquiera como me llamo, pero por ahí estás escuchando por ahí, abrazada a tu marido, o cenando con tus hijos, o vaya a saber Dios si con tus nietos (rió con nostalgia, quién sabrá lo que se le cruzó por la mente…).
Por ahí me escuches y te acuerdes de mí…
En definitiva, quería pedirle perdón, a ella que me está escuchando, perdón, amor de mi vida, por nunca habértelo dicho.”
El tema cursi siguió, y sé que es re cursi todo esto, pero me hizo erizar la piel… y me encanta que se me erice la piel con cosas como estas

Si hubieran escuchado la melancolía de sus palabras, a ustedes también se les hubiese estremecido el alma…

Gracias por leer.

jueves, 7 de octubre de 2010

El juego

Siempre se trató, de esto.

“Perdimos, ganamos, en definitiva nos conocimos, ¿no?”
Cuánto amor se expresa en esa primera mirada, en esa sorda sonrisa delatora e incontenible que nos hace quedar como unos idiotas.
Cuánto de sueño o realidad hay en el conocerse, en el aceptarse, en el quererse y proyectarse.
Cuánto de verdad hay en el primer beso, en la primera caminata de la mano.
Qué se esconde detrás de las primeras coincidencias, en el desdén absurdo de querer vernos hasta cuando ya no podemos hacerlo.
Qué habita por encima de ese silencio incómodo después de la primera pelea, y antes de la primera reconciliación.
Qué somos sino más que dos nenes jugando a que crecieron y que saben a que se refieren cuando se dicen “te amo”, o cuando caminan de la mano, o cuando se besan con pasión en alguna plaza.
Qué somos sino más que intentos desesperados de salir de nosotros y vivir con eso.

Y hoy, estás… Gracias por eso.

Gracias por leer.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Ironía.

Como siempre y de costumbre, pasan.

Caminaba el rumbo a su destino con total normalidad, enajenado con sus auriculares y perdido en la radio, caminaba por la vereda, con el sol de frente, con tranquilidad en su andar.
La calle estaba un tanto vacía, es algo de lo que uno no se percata con normalidad si camina feliz.
El maleante salió de atrás de un árbol, no medió palabras, y sin que él pueda reaccionar le disparó en el estomago, sin decir ni proponer, sin dudarlo o meditarlo…
No había reaccionado aún en relación al disparo cuando se tomó el estómago y rió levemente, con una expresión “¡Ja!”, se tambaleó levemente mientras decía ante el asombro del ladrón “esto parece una broma, tiene que serlo… ¿¡Justo ahora!? La puta madre, ¡¡estudié un montón!! Me hubieras avisado forro, y ni estudiaba, desperdicié los últimos días de mi vida estudiando (bajó la cabeza, se detuvo y rió un poco más fuerte) la puta madre, que ironía de mierda… qué forro sos (le dijo al ladrón, mirándolo fijamente) te hubiese dado todo, pelotudo, no me iba a resistir… qué sorete sos… no ves que tenía parcial hoy (y cayó sobre sus rodillas, de a poco con menos fuerza y animo) encima mamá iba a hacer pizzas hoy a la noche, con lo que amo las pizzas de la vieja… que forro sos, me hubieras preguntado… mi hermano se va de casa a vivir con la novia dentro de poco, y la pieza y la compu iban a quedar para mí; ¡y los chicos habían organizado una joda para mañana, para celebrar el final de la época de parciales! ¿A vos te parece? Qué mierda, la puta que lo parió…”
Se tomó el estómago, donde había entrado la bala, ahora lleno de sangre, se miró y empalideció “mirá vos… qué porquería.” Se cayó levemente conciente todavía. “¿Y ahora? Tenía planes, sabés, tenía muchos planes… me iba a casar, me iba a poner de novio, quería ser feliz… qué te costaba preguntarme, ¿crees que valoro más mi teléfono o la plata antes que mi vida, esta vida enquilombada pero mía? Sos un tarado…” una lágrima le cayó por la mejilla, mientras todo se quedaba frío y en silencio…
El ladrón, sorprendido por la lenta caída y creyéndolo ya muerto, se acercó para sacarle la plata y el celular, y lo escuchó susurrar algo más, antes de morir: “la quería y no se lo dije, y ahora no se lo voy a poder decir… (Suspiró) ah… llevate lo material, llevate lo mío acá en la tierra, que yo, yo me quedo con lo mío…” y finalmente se fue.

Gracias por leer.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Abrir...

Entrar, saber, ser…

Estar en un momento, casi tan perfecto como aquel, no traería más que complicaciones,
Esa marcada sensación de deseo de descontrol en los labios, de precipitación ajena esa rabia contenida, y ese efecto tan odiado… ella descontrolaba sus sentidos, y él no era más que un perro callejero luchando por su hueso, por su maravilloso hueso…
Pero ellos cuentan con la ventaja que los buenos hombres descartan, esa que los hace ser diferentes…

“¿Vamos?” Dijo el otro metiche, y ella desfalleció al verlo sonreír…
Era cosa de perder otra vez, y volver a empezar…

Gracias por leer.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Ilusiones.

Pasando, pensando, creando

Estados anímicos si los hay, emociones si es que se vive de ellas, siempre y con muchas, con el corazón revolucionado, con la vida en la puerta, y el futuro en vivencia, con el mundo cambiando, y así también cambiando nuestro entorno…
Con la vida, no sé si naciendo o creciendo, con el conocimiento mutuo puesto en duda, creo que te vi hace rato, y vos me esperabas inconciente, pensar que todo hubiera sido distinto es en vano, no así no es en vano el tratar, el esforzarnos, el creer…
No es que lo pretenda con velocidad ni con ansias, pero es que me está haciendo bien, siempre me hizo bien…

Ah… tiempo compartido felicidades si las hay…

Gracias…

jueves, 23 de septiembre de 2010

Siempre y punto.

Cada una de las cosas que considero reales, se vuelve mentira.

Cálculos, odio calcular cosas triviales
Pensamientos, detesto perder tiempo en eso
Sueños, qué sentido tiene malgastar la vida así
Vivir, qué importancia le puedo dar si todo lo anterior ya no tiene sentido

Al final, creo que Maru tenía razón.

Gracias por leer.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Con el tiempo

Aprender, crecer, creer…

Con el corazón agitado y el alma en la garganta
Con el diablo en los ojos y los ángeles en la espada
Con el camino definido pero los pies descalzos
Con la fuerza intacta y las esperanzas deshechas
Con el impacto listo y las marcas puestas…
Así me crucé con vos aquella vez,
Mientras vos no hacías más que existir
Yo moría por vivir…
Y me miraste y me hiciste perder
Pero me besaste y en eso gané
Me abrazaste y el corazón sané
Echaste al diablo, y te quedaste con los ángeles
Me pusiste las zapatillas
Me llenaste de esperanzas
Recibiste el impacto…
Sos grande en lo que haces
Sos enorme en quererme y existir
Hiciste un buen trabajo,
Y ahora te toca partir…
Espero que sepas lo mucho que te amé
Espero que entiendas que no te guardo rencor
Espero que me mires algún día por la calle
Sonrías y seas feliz.
Mi Utopía no será con vos
No por lo menos hoy
Lo bueno es que entendí que ésta,
También es una manera de amar…

Gracias por leer.

jueves, 16 de septiembre de 2010

210 ♦ Cuento ajeno.

Supuso en el arrebato que si bien el río siempre sigue su cauce, a veces, la magia residía en el recorrido.

Se miraban mutuamente.
-“No me mentís, ¿No?”
-“Sabés que no es así, nunca supe como hacerlo…”
-“No importa, ya me pasaron un montón de cosas en todo este tiempo, quiero estar con vos, pero no quiero que me mientan otra vez, prometeme que no lo vas a hacer…”
-“Pero, corazón, así ya te estaría mintiendo, ¿No ves que no sé de mañana? Yo no sé del futuro ni de los problemas… Lo único que sé ahora, lo único que quiero, es besarte, saber cuando menos, como se siente… Hace tanto ya que te miro, que me vuelvo loco por besarte, esos labios tienen el control de mis deseos…”
-“Te odio tarado, siempre con ese aire cansino, con esa onda de pobresito, con esa mirada de perro mojado, te odio…”

Se habrán mirado un rato más, dos minutos cuando mucho, y ella le sonrió, de manera hermosa, y el se rió, como un idiota, y se besaron…

Vaya uno a saber, hace cuanto que lo tenían guardado, hace cuanto se querían, y ahí estaban, en el patio de comidas, a dos mesas de donde estaba yo, besándose como dos locos… qué ironía.

Gracias por leer.

lunes, 13 de septiembre de 2010

100 Amores... Pobres ustedes.

¿Amor? ¿Qué es eso?

Ella era de esas cosas que el tiempo sabe cuidar, y hacer cada vez más preciosa, él fue siempre el mismo, siempre el egoísta atolondrado, preocupado solamente por su propia satisfacción.
Se habían conocido casi por casualidad, ella era feliz, él también, cada uno en su mundo en su porvenir, siempre idealizando; pero él tenía el maldito problema, ese que hace que los hombres pierdan su encanto y sean “Hijos de puta”, pero que a la vez crea el más llamativo de los hechizos, el más bello de los desafíos para las mujeres…
Él, simpático, chamuyero, cara rota, encarador, despreocupado y absolutamente gracioso, sabía qué decir, y no le interesaba en lo más mínimo el sentir ajeno, con el solo “mientras no se entere está todo bien”, cubría su conciencia, o pretendía hacerlo.
Ella, simple, bella por demás, enamoradiza, crédula, siempre siendo la nena de mamá, jamás había tenido la posibilidad de cruzarse con alguno de estos “Don Juanes” que merodean por ahí (él no fue ni será jamás el primero, ni el último), se tropezó aquella vez, con su sonrisa de cristal, y él vio en ella esa magia, esa inocencia que le encantaba, esa maravilla que hacía que pierda la noción…
Su juego iniciaba otra vez, siempre con el mismo afán, el de no rendirse, porque se denominaba remador, se denominaba trotamundos, era insoportable, pero de tan insoportable se hacía encantador para el público femenino…
Entre chistes, y manoseo, entre poderío y revancha, creó el mas magnifico de los escenarios para cometer su acto, para hacer su obra, la del pibe todo bien, despreocupado, simpático y soltero, ese que se la juega de galán de medio mundo, y que sabe de la vida, porque “sufrió”…
Pero a veces, no saber hasta donde ir, conlleva a la peor de las escenas, cuando un corazón, pretende romperse, o lo hace efectivamente; nunca supo calcular muy bien el daño que causaba, ni mucho menos arrepentirse honestamente de eso. Y las mujeres, que aman ese juego, que se atolondran ante la adrenalina que crea el prohibido, el no indicado, caerían una y otra vez…
Pero esta en particular, fue lo suficientemente lejos, él (“inconcientemente”) provocó que deje a su novio, que no se arrepienta de eso, siempre con el sutil castillo de la sonrisa, logró que ella (crédula) le pronuncie “te amo” mirándolo fijamente a los ojos, y a él no se le movió el alma, porque quizás ya no lo tenga, pero se dio cuenta que finalmente había hecho lo que sabía hacer…
Su novia supo, el quilombo se inició, las charlas y las lágrimas, el llanto y la desesperación de no saber.
Pero su novia lo amaba lo suficiente, así que no fue más que un “perdón”, y la pequeña estaba lo suficientemente enamorada, así que cuando él, carismático y aturdidor le sonrió nuevamente, ella no pudo más que devolverle el gesto, y besarlo con pasión… de la única manera que sabía hacerlo…

♦ Pobres ustedes, atados a las reglas y la lógica del amor y la fidelidad, porque sabrán con el tiempo, que eso CASI no existe…
♦ Pobres USTEDES, que creen que las mujeres y los hombres ajenos lo son todo, porque entenderán tarde (quizás ni lo hagan) que esa que tienen durmiendo a su lado, es la que más los engaña…
♦ Pobres, pero POBRES TODOS ustedes, que ya no creen en el amor, sino en el acto que pronuncian, y en las consecuencias que conlleva..

Pobres de verdad, los que no tengan a quien amar, y benditos aquellos que sueñen con hacerlo…

Ah.. Gracias por leer.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Jueves por la madrugada.

Caminando en la calle tu sombra me encontré,
Revisando el historial, tus palabras recordé
Mirando las fotos, de aquella noche me acordé
Pensando, por tus besos suspiré…
Encontré el abrazo de aquel amigo,
Las palabras de esa persona que apenas conocía,
La risa de ese alma alegre,
El llanto de aquel flojo espíritu,
El aliento de esa chica sin nombre,
El beso de esa hermosa morocha,
Me encontré con la mano en el hombro,
Y me encontré con muchos a mis espaldas,
Me encontré acompañado
Y quizás lloré si tuve que hacerlo
Y quizás corrí si tuve que escapar de todo
Quizás sentí la soledad en el pecho.
Pero siempre estuvieron atrás,
Siempre soportaron las cosas
Algunos desde hace MUCHO
Otros desde hace MUY poco.
Pero están, incluso hoy, que el sol parece más oscuro de lo que es
Y eso, sinceramente, no tiene precio.

Gracias chicos.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Callar.

Ya no sé, te juro que no sé,
si efectivamente nací para esto
o es solo una mera cargada de todo lo demás.
A veces me planteo, tengo tantas cosas por decir,
pero me freno, dicen que elegí el no-porvenir...
...Pero no me rindo, sabélo,
Soy la fuerza que me hizo así,
siempre caí, pero acá me ves de pie...
como siempre.
Pero parece a propósito, y el viento se queja
y la lluvia no cesa, y tu espalda se aleja
Y hoy la lluvia es una porqueria, cuando supo sanarme
y Hoy el tiempo es porquería, cuando supo ayudarme.
Y no comprendo bien por qué pongo esto acá,
...si me juré callar.
Ni el nudo en la garganta, ni el fragor de mi corazón
que se queja, y solo yo, sabré siempre por qué.

Porque elegí callar, sin importar.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Batatita.

Dos años pasamos juntos, peleandonos, rompiendonos mutuamente, me has traido tantas alegrías, me has hecho sufrír tanto... Me regalaste mensajes adorables, esperas interminables, momentos memorables, pero ahoras has partido, en manos de un forajido con revolver, ahora tu futuro es incierto, ahora, ya no sos de mi pertenencia... Gracias batatita mía por hacerme tan feliz, y tan miserable. Adiós compañero de esperas, alegrías y pesares, estoy seguro que muchos mensajes quedaron sin enviar, y tantos otros sin contestar... Adiós N91, adiós.

lunes, 30 de agosto de 2010

Dos.

En llamas, o acostado sobre ellas.

Una respiración intensa, el pulso se acelera, la transpiración aumenta y llega a todos los lugares.
Tus labios queman, los míos acompañan, tu amor se hace mío, y nos soy más que un espectador, de tu belleza y (gracias a todo lo demás) de tu amor…

Gracias por leer.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Sin mí.

Creo que de no sentir esto, jamás hubiese pasado.

El río fuerte corrió, tu sonrisa, hermosa pasó
Y tu ignorancia es el mejor de los finales para entender que la que perdió, fuiste vos…

Bye bye, amor de mi vida.

Gracias por leer.

domingo, 22 de agosto de 2010

Todos los demás.

Sé que estoy preparado, y listo para todo esto…

Las calles paralelas parecen burlarse de nuestro bamboleo, se quejan de nuestras pisadas, y es como si vos no entendieras que las calles no son para nosotros, son para los demás, son para la gente con estereotipos y las vidas controladas, no para nosotros…
Y los árboles, parecen molestos porque caminemos en sus sombras, se murmuran entre ellos de nuestras despeinadas cabezas, de nuestros dedos entrelazados, y es como si vos no entendieras que los árboles, no son para nosotros, son para los demás, son para la gente con la vida planeada y modelos a seguir, no para nosotros…
Y las nubes, creen que son superiores, y les molestamos, eso parece, es como si sus grises se acrecentaran ante nuestro caminar, y se oyen los murmullos, la bronca de sus truenos, la ira de sus gotas porque caminamos nada más, entre nosotros, y es como si vos no entendieras que las nubes no son para nosotros, son para los demás, son para la gente que calcula sus días, para quienes tienen la comida del viernes programada, no para nosotros…
Y el viento parece enojado, parece molesto, como si el solo hecho de que nuestros corazones latan a la par le irritara, que te diga que te amo y que él tenga que llevar el mensaje, el murmullo, y es como si vos no entendieras que el viento no es para nosotros, es para la gente que tiene a sus amigos en agendas, y tiene en las mismas cuando y donde los verá, es para la gente que sabe lo que va a ser, y hacer, no para nosotros.
Pero entre las calles, bajo los árboles, con las nubes cubriendo el sol y el viento soplando con fuerza, freno y te doy un beso de los nuestros, con todo el mundo odiándonos por estar juntos, por amarnos, y todo el resto en contra, nos burlamos de ellos, porque para eso nacimos, para estar juntos, sin importar lo que digan los demás…

Gracias por leer.

viernes, 13 de agosto de 2010

El Sol.

Si no estoy hoy, espero que estés muy segura, que mañana me tendrás acá.

Ahí el sol pegaba un poco menos fuerte, ahí el sol daba vuelta para doblar la esquina, en esa sucia esquina de plaza, le apretó la mano, le mordió los labios. En ese miserable banco de la plaza creo que llegaron a ser uno, por un par de segundos…
Y los años volaron, y el sol dobló, y las ciudades cayeron, pero te tuvo, como tenía que ser…
Y el día que todo se terminó, el sol, por fin volvió…

Siempre hay más chances de las que parece…

Gracias por leer.

domingo, 8 de agosto de 2010

El Huracán de hoy.

Desde qué parte pensaste que podías huir de acá, en cuanto pudiste salir de lo que fue el gran amor que supiste odiar…

Pues siempre pensé que la dulzura no era más que una mera sensación, un estúpido estado, una infeliz manera de ver… Pero todo aquello que nos hizo ver desde lejos, todas las sonrisas regaladas, las perdidas, las palabras, las buenas, los malos, tus caídas y las mías…

¿Hasta donde llegamos, para ver que no somos más que dos imbéciles… mirándonos, con el huracán de frente, y nuestras manos juntas?

¿Entenderás ahora?

Gracias por leer.

miércoles, 21 de julio de 2010

200. Felices

Cuánto habremos perdido, sinceramente… no puedo recordar.

Ella lo miraba fijo, en su cabeza rondaban las cientos de palabras que el otro le había dicho hace no demasiadas horas. Le endulzó los oídos con promesas y palabras, y aprovechó, para ponerlo en contra de él, de su amado marido, de su complaciente hombre…
El otro pudo hacer bien su trabajo, y ahora ella se encontraba mirándolo fijo, a él, a su marido. “Sin él… podríamos ser felices”
Se acercó lentamente, mientras mil recuerdos venían a su mente…
Y clavó el cuchillo llorando, sin entender por qué lo hacía. “¿Felices?” pensó… “Yo era feliz… hasta que apareció el otro…”
Calentura, ceguera… quién sabrá.

Gracias por leer.

domingo, 11 de julio de 2010

Renacer

¿Acaso no me ves?

A 200 pasos del abismo, a escasos metros del final.
Final de finales, así te llamo yo, así lo entiendo hoy.
Final amor, final mío, final, amor de mi vida.
Sé que te vas a ir, sé que ya lo hiciste.
Andá, andá de nuevo y no aparezcas.
Pues yo te quiero ver bien, te quiero ver feliz.
Se acabó lo que ves, no seré más lo que soy.
Hoy tengo el final en las manos, tengo el grito en el aire.
Tengo, tengo, tengo…
Tengo que irme, ahora y para siempre.
No tengo que aparecer por acá.
Andá no más, porque ya te fuiste, buena suerte y hasta luego.
Espero que sepas que…
Siempre te amé.

Gracias por leer.

martes, 29 de junio de 2010

Siempre.

Creando artificios, sin mucho que decir, con la cabeza en alto y el animo escondido.

Tirado y pensando en mil cosas,
Meditando siempre en el qué haré,
Siempre a contramano de las cosas que creo,
Y acobardándome de vivir.
Pensé mil veces la estrategia,
Pero nunca pude siquiera analizarla
No profundicé en el ánimo
Mucho menos en las contras o los beneficios.
Siento mil cosas y mil más en el reverso
Leo entre las líneas pero solo encuentro los renglones
No hay palabras escondidas
No hay versos mal dormidos
No hay canciones de contramano
No hay amor entre nosotros, no lo hay
Por mucho que lo imagine
O a primeras vistas lo sueñe,
No hay siquiera un intento
De ser como a mí no me duele.
Pero hoy ya no importa,
Pues todo eso ya lo aprendí
Tristemente no espero nada
Algunos me felicitan, se creen que crecí
Pero siento el vacío
Y los aplausos son golpes
Y aquellos que dicen que va a pasar
Son quienes más disfrutan de sus vidas
Pues no entenderán
Lo que en mí provocaste, o peor aún
No entenderán, las cosas que con vos soñé.

Deshecho, y sin pegatina.

Gracias por leer.

lunes, 28 de junio de 2010

Golpes.

Años serán, vaya uno a saber con qué…

Ahí estaba, en el suelo, con las rodillas en el piso, y la cara ensangrentada. Su contrincante sabía pelear demasiado bien, y no le permitía ni el más mínimo golpe; por decir más, su contrincante permanecía limpio de cualquier golpe, permanecía parado sin el más mínimo rasguño.
Se levantó como pudo, como siempre, y su contrincante lo bajó con otro golpe, directo al mentón. De tantos golpes empezaba a entender la técnica, entendía el como y en que momento. Y después de muchas caídas y de cierta perseverancia, si oponente erró el golpe, él lo esquivó, se miraron a los ojos con rabia en los ojos, él sabia que había hecho las cosas bien, y su oponente bajó la guardia.
Por fin podría pegarle, por lo menos un primer golpe…
Pero esto no se trata de su triunfo, sino de su aprendizaje, y de ese esquive, de esa mirada de frente, de esas caídas y esas levantadas…
Bien por vos.

Gracias por leer.

miércoles, 23 de junio de 2010

De almohadas y oscuridades,

Ajeno a lo demás, pero tan apegado a todo.

“Te quiero…” y resonaba en su cabeza, era como un vals de ida y vuelta, era algo bueno y cosas malas en una vorágine de sentimientos y dolores, de penas y licores, era ampliamente diferente a todo lo demás, pero a su vez era increíblemente general, era adepto a cosas que desconocía, solamente resonaba en su cabeza el “te quiero…” pausado, sentido, lagrimeado, esperado.
Abrió los ojos de manera lenta, pensando cada letra de aquellas palabras que lo hicieron tan feliz, pero todo estaba oscuro afuera de sus ojos. Y como si fuera a propósito, todas y cada una de las letras se tornaron en una maldad sin medidas, pues, todo aquello bello que sintió y recordó, no fue más que un sueño. Pero así y todo, ese mismo día se despertó, para encontrarla, como siempre.
Con ganas de más.

Gracias por leer.

martes, 22 de junio de 2010

Querer a veces, va más allá.

A veces, muy de vez en cuanto, sonrío.

Latido… latido… nervios, latido… era como quedar desnudo, era una sensación excelente, nadie jamás le marcó las cosas buenas, nadie lo felicitó, nadie lo pensó así.
Y por más que fueran no más que las migajas de lo que él equívocamente pretendía, fue feliz, fue muy feliz. El abrazo fue lo de siempre, una sensación cálida, que le calmó el dolor.

Gracias por leer.

domingo, 20 de junio de 2010

-Luz/sombra- Por dentro.

Resplandece tu luz, y tus sombras.

Caminaba con un cierto aire de grandeza en sus pasos, con una fortaleza admirable.
Por fuera, con mucha dedicación, con determinación, con grandeza en sus ojos, con poder, con fuerza, con gracias, con amor, con esfuerzo, por fuera, caminaba como se esforzaba por ser…

Y por dentro, su yo se lo comía, sin demasiados preámbulos, siempre, con la ilusión de revivir.

Gracias por leer.

viernes, 18 de junio de 2010

Usted, mi ángel.

No creí que pudiera volver a escribir, lo juro, menos de vos.

Como ahogado, con ganas de gritar, con bronca, con rabia, con insuficiencia corpórea, con el grito en la garganta…
Pero, de repente, sin quererlo, sintió un halo de luz sobre su mirada, en la inmensa oscuridad, sintió aire en sus pulmones, sintió una vieja y conocida sensación…
Ella, con esas enormes alas, con esa sonrisa tan hermosa, con esa cálida sensación de paz que brindaba a veces, lo miró desde lejos, lo apuntó, lo saludó, caminó con él, lo distrajo sin menores intenciones, ni mayores siquiera.
El ángel que él tanto apreciaba, ella con esa hermosa sonrisa y esa paz que brindaba, lo sacó del pozo, le salvó el día.
No se lo dijo, pero por dentro le gritó, con fuerza y lleno de amor: “gracias…”

Gracias por leer.

miércoles, 16 de junio de 2010

Sabés?

Me ves? Ves que estoy acá? Bueno, dejá de pensar en lo que pensas de mi? Quien te pensas que sos? Quién te pensas que soy yo? Hasta donde sabes? Que te pensas? Eh? QUE? Por qué no me dejás de ver asi? No tengo nada interesante? LA PUTA MADRE! No quiero que me veas como me ves? NO ME VES?????
Soy peor de lo que parezco, más, no soy tu amigo, no lo soy, entendelo… y entonces? No, no soy el gordito simpático, ni el amigo perfecto, ni el boludo del que todos se pueden reir! NO MAS! A los hijos de puta les das bola? A los boludos? A los pesados? Bueno, enterate de esto NO SOY UN HIJO DE PUTA, pero te quiero, y mucho, asi que cambiá esa perspectiva de mi, cambiala, no va más. Sabés cuantas pasaron ya? SABES? Sabes las que van a venir?? Sabes por las que pasé para que vos me digas nene o pendejo? Sabes lo que te falta para tocarme la suela de las botas??? No, no tenés idea, porque soy mucho más hombre que algunos, mucho mas centrado que otros, y no soy el boludo que te pensas que soy.
Si, exploté acá, algún problema?

Gracias por leer.

martes, 1 de junio de 2010

Pasarán...

Algunas cosas lastiman, otras dan bronca.

Mírame ahí, sentado en la escalinata, re-pensando las cosas, lastimándome entre líneas, pensando las cosas fríamente, pero pensando en sí, pensando, me dijiste que no lo haga, que no me lastime, me prometiste un sol enorme, pero se te ocurrió apagarlo al final, se te dio por hacer que todo sea un sueño.
Me despertaste con sobresalto, me sacudiste fuerte tratando de que el sueño se pasara rápido, pretendiste que todo lo que pasó, sea nada, pretendiste que todo lo que soñé, no fuera nada…
Y pretendiste que nada sea lo que fue, lo dejamos ahí, pudriéndose al sol, que vos intentaste apagar, aunque no tengas la culpa. Qué loco, no?

Gracias por leer.

domingo, 30 de mayo de 2010

Dejarnos-

Pensamos en tener las cosas claras, y dejarlas así, de una vez por todas.

La lluvia rompía hermosamente contra el piso, se destruía y deshacía para luego volver arriba en algún momento de su existencia, siempre cíclica e inmortal, como era costumbre, se perdía en pensamientos absolutamente vacíos y no lograba concentrarse y poner lo que había que poner para mirarla a los ojos.
Sentados los dos en una mesita del café, junto a la lluviosa ventana se miraban a los ojos y hablaban de cosas que no tenían ni importancia ni sentido, esquivando lo que les ardía en el pecho.
Él ya estaba inquieto, pero no podía sacar las palabras de su boca, le era casi imposible, tenía miedo a perder lo que tanto le costó conseguir.
Ella esperaba silenciosamente que el develara sus intenciones que él, con esa timidez sofocante y esa mirada perdida, le diga cuanto menos, que la quería, porque ella sabía, ella, lo intuía.
Charlando boludeces y los cafés enfriándose, las medialunas en los bordes, las cucharitas sucias, la mesa tan tétrica, las risas tan cansadas ya, los pies bajo la mesa tratando esquivarse, las miradas ya sin conexión.
Ella se cansó y fingió un mensaje, la lluvia había parado un poco, ella con su remerita suelta, su jean precioso, sus zapatillas gastadas marrón, su mirada decepcionada.
Lo miró y le dijo “Sabés que te quiero, y sé que me querés, pero no nos podemos querer ahora, no. Cuando quieras progresar, cuando lo que sientas por mí sea más fuerte que tu miedo, hablamos y por ahí hasta nos podamos querer… te quiero” y lo besó en la frente.
Pero él no reaccionó, no pudo. El miedo era más fuerte que su amor.
Se terminó el café y debajo de la lluvia, caminó.

Gracias por leer.

martes, 25 de mayo de 2010

190. Adiós.

Me miraste a los ojos.

Estaban sentados en la parte más alejada del salón, las mesas llenas de corazones partidos, llenas de cerveza y soledad, las paredes, tan llenas de recuerdos como desde siempre. Él le sujetaba la mano con fuerza, ella tenía las palabras en los labios.
“Te amo” dijo él.
“Yo ya no” dijo ella.
Y lo dejó tirado con medio vaso de cerveza sin espuma, y todo un fin de semana lluvioso por delante.
Ella saldría, las cosas para ella se reponían rápido.
Él vería que hacer, como siempre, él solo vería.

Gracias por leer.

domingo, 23 de mayo de 2010

Tiempo II

Dejar… dejar de todo.

Dejó, se había cansado de todas las cosas y sensaciones que no tuvo.
Dejó de mirar para la ventana.
Dejó de esconder las lágrimas en el colectivo.
Dejó de cerrarse escuchando música.
Dejó de caminar para distraerse.
Dejó de pensar en ella todo el tiempo.
Dejó de soñar estupideces sin sentido.
Dejó de acordarse con cariño.
Dejó de odiar, no era tan saludable ya.
Dejó todo, todo lo malo, lo dejó.
Dejó de hacerse problema por trivialidades.
Dejó de acordarse de cada detalle.
Dejó de pensarla a cada rato.
Dejó, al fin y al cabo, la dejó.
No era la primera vez que le pasaba, y sabía que no sería la última.
Pero dejó, a la vez, de vivir pendiente de todo lo demás.
Dejó y solo el tiempo le diría si era para bien…

Gracias por leer.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Las 3

Porque te quiero lo digo, porque te quise lo remarco, y porque callé perdí.

A Esa le dijo lo que sentía, y le dijo que no y perdió.
A Usted no le dijo, y calló, y perdió, pero usted nunca demostró interés en ese sentir.
A vos te lo dijo, pero tampoco te importó o eso demostraste.

Hoy camina por ahí mirando cosas sin sentido, preguntándose donde quedaron las promesas y las cosas que se dijo e hizo. Hoy rechaza las expectativas, y se rinde, como suele hacerlo. Hoy dijo basta, tristemente, dijo basta.
Esa se fue, usted lo olvidó, y a vos no te importa… entonces, qué le queda por esperar?

Gracias por leer.

martes, 18 de mayo de 2010

Tu fortaleza.

Me regalaste tu sonrisa, muchos dicen que tenemos los mismos ojos y el mismo carácter, que tengo tu fuerza y que todos mis defectos son iguales a los tuyos.
Es más mamá, hoy soy tu fortaleza, y vos, sos mi única razón para luchar.

Te amo Viejita.

lunes, 17 de mayo de 2010

Si, a vos.

Se estremece a veces la piel cuando leo cosas o referencias hirientes (sé que no lo hacen a propósito, pero duele a veces)

Se paró frente a vos, sabía lo que estaba buscando, sabía que no le importaba, pero aún así supo poder pararse frente a vos, y mirarte a los ojos, venciendo todos los fantasmas, derrotando todos los miedos…
Le temblaba la voz, le dolía la cabeza, le temblaban las manos, siempre te consideró demasiado para él, nunca se creyó importante ni merecedor.
“Te quiero” te suspiró, y te reíste de él y de su amor, te reíste en la cara y lo tildaste de boludo, lo trataste como tal, después de haber tenido el valor de haberte dicho, inocentemente lo que le pasaba cuando te veía…
Y te reíste, y lo trataste de tarado cuando te quiso besar.
Y te reíste de él y de su amor… y eso no se hace.
Y ahora te la das de feminista, decís que no servimos, que pocos son los hombres que sirven, y te agregas a banditas pelotudas que nos proclaman como inútiles, cuando fuiste vos la que se rió de él y de su amor, fuiste vos la que lo despreció más allá de su honestidad, y por mucho que lo pienses y te la das de superada, hoy se te revuelven las entrañas cuando lo ves de la mano con ella, ella que supo quererlo, que respetó ese amor y se hizo cargo de lo que provocaba, ella que no lo quería, pero aprendió a hacerlo, porque apreció la valentía, y la importancia de la palabra querer.
Y hoy se te dan vuelta las tripas para no verlo, y te duele el alma por ver que perdiste algo, por mucho que salgas con tus amiguitas y te la des de jodona.
Porque para peor, él se te paró adelante y te agradeció, te dijo “Gracias por comportarte como una pelotuda, gracias por tratarme así, porque me sirvió para darme cuenta que hay mujeres que no sirven, y que no serán como los espermatozoides, porque mas de una sirve, pero son como las manzanas del cajón, hay algunas que son una cagada, y están podridas por dentro, son arenosas y sin sabor, son amargas y con la coraza dura… en serio, gracias.”
Y hoy lloras en el rincón, como una idiota, por verlo tan feliz.

Gracias por leer.

domingo, 16 de mayo de 2010

Levantate y anda.

Se hundió en el pecho la desesperación, la espera era asquerosamente larga, pero entre silencios y soledad entendió todo, por duro que fuera…
Ya no había nada que esperar… y en parte, era absolutamente liberador, y sanador.
Sin esperar más por nada ni por nadie se abrió al mundo y sonrió con lo que amaba.
Y su corazón no se rió más por nada, ni por nadie, por lo menos por un tiempo.

Gracias por leer.

sábado, 15 de mayo de 2010

Esto pasa por quererte así.

Y me criticaron, pero me rendí.
Y se rieron y me trataron de cobarde, pero me rendí.
Trataron de persuadirme, pero me rendí
Intentaron hacer que me reponga, pero me rendí.
Y me aconsejaron que no, pero me rendí.
Y sentí tu perfume, pero me rendí.
No serás la primera ni la ultima, pero me rendí.
Sentí tu esencia en mí, y aún así me rendí.
Te veía en todos lados, pero me rendí igual.
Te quise lo suficiente, pero me rendí.
Seré lo que quieras que sea, pero me rendí por el tiempo, me rendí por las caras, por las ignoradas, por lo que has hecho, por todas las señales que no hubo, por el dolor que derramé.
Porque la vida me enseñó a levantarme, pero no a aprender de las caídas.
Pero me rendí aunque te quería, porque me rindo aunque te quiera, porque aunque digan lo que digan, no sirvo para nada en este sábado de soledad.

Me rindo.
Gracias por leer.

jueves, 13 de mayo de 2010

Destinos.

Es el hecho de escucharlo salir de tus labios, es sentir las palabras resonando en los oídos es esa intención que tanto adoro en el repetir de las palabras. Es que, mujer, cuando decís que me querés no encuentro mayor satisfacción.
Y tu mano atropella la mía mientras intento descansar, y tus labios abrazan los míos sin dejarlos respirar, tu compañía se hace necesaria, y aunque me faltes por esas vueltas de la vida, siempre sé que acá estas, no se si en cuerpo, pero siempre estás.
Y hoy te beso, y veo los ojos, y te abrazo y sé que tu bienestar es el mío, sé que tus besos son mi castillo y que nuestra unión es nuestro destino. O por lo menos así es por ahora.

Gracias por leer.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Lo peor de hoy.

Lo peor de todo esto que siento no es sentirlo, es que no se corresponda.
Lo peor de tu ausencia creo que es tu ausencia en si.
Lo peor que tengo hoy es lo que me falta
Lo peor es seguir esperando lo que tengo, como si fuese a venir.
Lo peor de mi tristeza es el exteriorizarla.
Lo peor de quererte no es quererte en si, sino que te importe un carajo.
Lo peor no es lo peor, sino lo mejor de lo que no tengo.
Lo peor de todo esto, no es sentirme así, sino que a todos les importe un carajo.
Y sentir este vacío es peor aún que lo peor de lo que me pasa.

Gracias por no leer.

sábado, 8 de mayo de 2010

180. SMS

Ella sentada en el colectivo, estaba algo chinchuda, no le había gustado la manera en la que se despidieron, calculó que él estaría esperando el colectivo no muy lejos de donde la dejó. Entre ruido de dientes y muecas con la boca agarró el celular y decidió mandarle el mensaje: “Perdona, soy una tarada, vos me querés todavía ¿no? Ya sé que dí un montón de vueltas, pero estoy decidida, te quiero, contestáme, por mínimo que sea el mensaje, por favor.”
Pasó una, dos, tres horas, pasó un día entero.
Se enojó peor, estaba tan furiosa que decidió eliminarlo de sus pensamientos (o pretender eso); ¿cuánto habrá pasado? No se detuvo a pensarlo, pero hacía mucho que no lo veía por los lugares que solía frecuentar
Una tarde él se conectó.
“¡¡Hola!! ¡Por fin apareces! Hace mucho que te estaba esperando, no hay drama con lo del mensaje, ya pasó hace mucho, fue un cascarrillo de algo que sentía, no te preocupes. ¿Amigos?”
Tras un largo silencio, que hizo que se enojara más, el mensaje que apareció rezaba: “Hola, soy el hermano, él falleció hace un mes ya, lo atropelló un auto en la ruta, no mucho después de las 10 de la noche, perdón si no sabias y soy yo el que te da la noticia, entro para cerrar su cuenta. Si vos sos quién creo que sos, entonces estoy seguro que el mensaje que leímos en celular de él cuando lo encontramos era el tuyo, lo atropellaron cuando contestaba el mensaje, no lo terminó, pero llegó a escribir esto, creo que es justo que lo sepas: “Hola bombón, obviamente que todavía te quiero, no pasa nada con tus enojos, si estás decidida entonces esta espera intensa que pasé valió la pena, vos valés la pena, te parece que mañana te vaya a buscar y te de ese beso que tanto nos debemos, y ese abrazo que tanto deseamos?? Te quiero Bombón, siempre lo voy a…” y hasta ahí llegó.”
Ella lloraba de manera desconsolada, no podía entender como pudo pasar eso, y su pecho era un abismo intenso, un vacío odioso, sus ojos llenos de lágrimas le dijeron al corazón que no había sido su culpa, aunque en parte así lo sentía.
“Perdón, pero no hay más él, es una lástima que no te lo haya contestado. Te esperaba hace rato. Un saludo.” E inmediatamente se desconectó para no aparecer nunca más.
Y así fue, con el tiempo todo desapareció de él, y ella, por mucho que siguiera su vida, siempre lo recordó.

Gracias por leer

viernes, 7 de mayo de 2010

Egoísmo.

Pareciera como si fuese una farsa, un momento que no queremos pasar, un acto de irrelevancia, te quiero, no escapo a eso.

Te quiero… no me importa un carajo tu negación, te quiero igual.
Te necesito… me importa poco tu situación, te necesito y punto.
Te quiero cerca… no me importa, te quiero cerca igual.
Besame… me importa un carajo, besame igual.
Ah no me querés… perfecto, me importa muy poco.
Sonará egoísta, pero es así como te quiero, aunque te niegues, te voy a querer igual, aunque no sientas lo mismo, te voy a seguir necesitando, aunque no me quieras ver te voy a seguir queriendo ver, aunque no me quieras besar, no voy a dejar de insistir.
Y si no me querés, perfecto, por mucho que te quiera e intente eso no va a cambiar, más que bien; chau.
Te quiero, pero tampoco me voy a morir por vos.

Gracias por leer.

jueves, 6 de mayo de 2010

Ni nada ni todo

Trágico, como siempre, pero mejor que nunca.

Desde historias que escuchó hasta vivencias propias, era como una enorme catarata de cosas que le pasaban por la cabeza, por el alma, por el cuerpo, era un sin numero de ideas y pensamientos que por fin después de tanto caminar, había entendido. No eran lágrimas ya las que salían de si, no era el dolor el que lo gobernaba, las cosas estaban cambiando y se sentía a gusto con eso.
Quizás no sea ella, era probable, pero al igual que la anterior, estaba aprendiendo, y eso era mejor que cualquier cosa, aprender no de un error o una caída, sino de las cosas buenas que salían.
Miró adelante esta vez, ya no había atrás, suspiró, y caminó.

Gracias por leer.

lunes, 3 de mayo de 2010

Fernet.

Empezó a ver todo, empezó a sentir todo, “las cosas son como son” se dijo, pero jamás lo entendió.

El Fernet chorreaba espuma, la música no estaba muy alta, no lo suficiente, las sillas eran por demás cómodas, las paredes pintarrajeadas y con papeles de promesas viejas pegadas en ellas, todas teñidas de rojo, con la tenue luz pintándolas de colores insospechados; los ojos parcialmente mojados, llenos de recuerdos, los labios remordiéndose, conmemorando viejos momentos de gloria, los dedos inquietos, dibujando cosas que alguna vez supieron tocar.
Un trago, otro quizás, y las lágrimas se van, y las penas se hacen más chicas, y los momentos amargos quedan en el oscuro rincón que el alcohol sabe alejar y esconder. El fernet tiene ese efecto amargo en los labios y la garganta, y ese efecto en los ojos, los limpia y los hace olvidar.

Gracias por leer.

domingo, 2 de mayo de 2010

Él dice,

Dice que le duele, pero que no le afecta tanto.
Dice que no cree que pase tan rápido, pero que por lo menos se la va a bancar.
Dice que sabe que no tuvo que haber estado ahí, pero no se arrepiente de nada.
Él dice que no se puede sacar la imagen de la mente, pero que no es la primera vez.
Dice que no es la primera que le pasa, y que no será la última.
Dice que se la regaló la vida, y que se la sacó el azar.
Él dice que se hecha la culpa, aunque tanta no tuvo.
Dice que le da bronca que termine así, pero que quizás sea lo mejor.
Dice que lo hartó la cobardía y que lo enferma la soledad.
Él dice que se cansó, pero que todavía no lo entiende.
Él dice que el tiempo pasa y los dolores quedan.
Él cree en que la va a encontrar algún día, pero no confía en ello.
Dice que se cansó de escribir, pero que otra manera de llorar las penas, no tiene.
Él, dice basta.

Gracias por leer.

jueves, 29 de abril de 2010

Observador... Nueva

Miro. Y eso, me molesta.

Te pusiste frente a mí, creo que lo esperaba hace rato, pero no se me mueven las manos, no coordino las palabras, no puedo sentir los perfumes que te rodean, estoy hipnotizado no puedo escapar de esa sensación, de esa marea que sube a la tarde y se va a la noche, dejándome solo. Y me encanta la sensación de rozarte, pero no me llena el querer besarte.
Rozas mi piel, estremeces mi mundo, y te das vuelta, aunque tus ojos parecen pedirme el atropello, los míos no lo interpretan todavía, dejándome atontado, remordiendo los labios.

Nace otra…

Gracias por leer.

martes, 27 de abril de 2010

Fin.

Hoy tantas cosas me hacen bien, me hacen feliz, que los amores pasados son lejanas corrientes de cosas que no van a pasar.

La calle desolada estaba cuando ella asomó por la ventana, el sol brillaba fuerte cuando ella posó en mi sus lentes, todo estaba demasiado iluminado cuando ella sonrió con emoción.
Hace mucho que no la veía y lo mejor que pudo hacer fue reír para ella, por el amor que se tuvieron, por lo que la quiso y por todo lo que quedó en el pecho.
Y eso, lo hizo aún más feliz.
Fin.

Gracias por leer.

viernes, 23 de abril de 2010

Diabla.

Sos como una balanza que va y viene de manera indescriptible e imperceptible.

Si seguía sus pasos quizás no llegue muy lejos, pero era un tanto embriagador percibir esa mirada tan, mística digámosle. No era de resaltarse demasiado del resto, uno o dos puntos que le jugaban a favor, como por ejemplo su boca, cegadora digámosle. Y tu mística y tu cegadora se hicieron prioritarias en mi vida, y tus buen día, y buenas noches son el combustible de mi alma, porque corazón ya no tengo, es tuyo y está sobre tu mesita de luz.
El Diablo me vino a visitar anoche, dice que te ame, pero Dios me propuso dejarte, dice que si sigo con esto no me va a poder ayudar. ¿Quién se cree que es? ¿Cuándo me ayudó?

Gracias por leer.

jueves, 22 de abril de 2010

Esperar.

Es como verte mirar y mirarme viéndote…

Se mordió los labios, no podía dejar las manos quietas, esperaba sentado en la escalinata fría, esperando, como se esperan los buenos momentos.
Ella bajó sonriente (en realidad jamás había notado el hecho de que ella sonreía seguido cuando estaba cerca de él), caminó un pequeño tramo y lo miró fijo “¿Hace mucho que esperás?”.
Él bajó la mirada con una sonrisa delatora, “creo, no, estoy seguro que estoy sentado en esta escalinata desde hace mucho tiempo esperándo a alguien que me vea con esa hermosa sonrisa en su cara, y mejor aún, que se alegre porque yo esté acá.”
Ella se sentó a su lado, le sostuvo la mano y le dijo “Siempre soñé con alguien que me espere, por ahí nos soñamos mucho tiempo, ¿no te parece?”.
Miraron sus miradas mirándose, pero a él le distrajo su boca, y a ella esa sonrisa que no podía sacar de su cara (él estaba feliz), “¿Te molesta si te doy un beso?”
Ella negó con la cabeza, él le acarició las mejillas, ella cerró los ojos, él sonrió y le comió la boca de un beso, con ese rico sabor a menta de sus labios.

Gracias por leer.

lunes, 19 de abril de 2010

Brillá.

Hacés cosas que ignoré que puedas llegar a hacer, es como si supieras todo, a cada momento, lo que necesito y lo que me falta.

Él miraba el techo, dibujaba figuras que brillan en la oscuridad.
Ella sentada en la cama se enjuagaba las lágrimas.
Él giraba de un lado al otro desacomodando las sabanas sin conciliar el sueño.
Ella no podía recostarse, el pecho le dolía demasiado.
Él creyó verla, dibujada en un dibujo que no estaba.
Ella vio un destello de luz en sus lagrimeantes ojos.
Él estiró su mano y creyó tocarla.
Ella sintió el roce, y abrió los ojos.
Él también y se vio con una enorme sonrisa.
Ella dejó su perfume en él.
Él su caricia en ella.
Saciamos nuestras penas, y juramos encontrarnos, no te llamo, no me mostrás afecto, pero hagas lo que hagas estás acá.
Hoy hablo tal vez tanto de Él y Ella, es que esas palabras son mejores que vos y yo, ya perdí tanto que no sé si quiero calificarte todavía, mejor que seas… una imagen brillante en mi cabeza.

Gracias por leer.

sábado, 17 de abril de 2010

170. Sábado

Me costó asumirlo, pero lo entiendo mejor hoy que nunca antes.

Él pensaba en colores, en páginas de libros pequeñas, en cuentos viejos.
Ella miraba la televisión como su único escape, y tenía en mente el estudiar.
Él pasaba de hojas casi sin leer, simulando, y con la cabeza casi en blanco.
Ella miraba el pasillo de su casa, dibujando figuras en la oscuridad.
Él se rindió y puso una película.
Ella se paró, quería irse a dormir.
Él marcó el número.
Ella miró el celular con asombro.
Él la llamó.
Ella contestó, entre emoción y sorpresa.
“¿Hacés algo esta noche? Estaba pensando en vos, te juro que no paro de pensar en vos, y se me ocurrió si querías ver una película conmigo, mirarla no más si querés.”
Ella se quedó helada con la propuesta, se le dibujó una sonrisa enorme.
Él aguardaba en silencio su respuesta, temblando levemente.
Ella abrió la boca para contestar.
“Te entiendo si no querés, en fin siempre ponés excusas para vernos los dos solos. Pero no te preocupes, nos vemos el lunes, que duermas bien.”
Y ella se quedó atónita ante la reacción.
Y él, marcó el otro número.

Gracias por leer.

viernes, 16 de abril de 2010

No sé si creer o dejarme llevar.

Sinceramente tengo en mis manos decisiones que no se si existen, tengo ambas partes de destinos inconclusos y dispuestos a juntarse, ¿Será que te encontré por fin? ¿Será que ya nada va a detener estas cosas hermosas que me hacés ver, que me hacés sentir?
No me asusta el pasado, más no quiero pensar en futuros, tus labios hoy son tu mejor regalo, y tus abrazos mi mejor abrigo, la ternura se apoderó de mí, y tu amor me sanó para siempre…

Gracias por leer.

martes, 13 de abril de 2010

Lluvia

Y la lluvia rompía con fuerza en las baldosas de la calle, cantaba con el árbol del fondo, silbaba mientras caía, y se deshacía en el suelo, la música parecía lejana como si no estuviera al alcance de nadie, y tus brazos abrazaban los míos, y tus labios besaban los míos, y tus ojos miraron los míos, y no te dije que te amaba, pues era poco el tiempo, pero los ojos hablaron, las manos sintieron y los corazones eligieron, en esta tarde lluviosa en tu cama y con vos.

Gracias por leer.

lunes, 12 de abril de 2010

Arrepiento.

A veces me arrepiento de ser así, no muy a menudo, pero me arrepiento…
Frenar en cada detalle, adorar cada roce, sentir cada palabra, morir por cada mirada…
A veces me arrepiento de ser así, no muy convincente, pero me arrepiento…
Por tener en cuenta cada palabra, por recordar cada detalle, por frenar en cada pequeñez…
A veces me arrepiento de ser así, no muy arrepentido, pero me arrepiento…
Pero freno otra vez y te veo venir, te veo llegar, y no me asusta el golpe, y ahí es cuando me arrepiento de mi cobardía, y de mi poca voluntad…
Y te odio por causar eso, y te amo por el odio.

Gracias por leer.

domingo, 11 de abril de 2010

Sentí.

Sentí tu respiración sobre la mía, sentí tu cuerpo pulsando el mío, sentí tu mirada en mis ojos cerrados, sentí tus palabras de amor, sentí a tu boca diciendo cosas al aire, sentí a tus oídos escuchando mis latidos, sentí tu sonrisa en los mejores amaneceres, sentí un golpecito en la cabeza para que me despierte, sentí tus besos de desayuno, tuve la sensación de haber sentido cuando venías, y hasta creo que siento tus palabras de adiós…
Hoy la casa está vacía amor mío, hoy la cama no tiene ese calor, bendigo el día que me enamoré de vos, y desprecio el día en el que sin tener en cuenta las cosas ese bastardo te asesino. Y entre odio y rencor, entre impotencia y dolor, hoy abrazo tu almohada, y creo sentir todavía tu beso en la mejilla cada mañana…

Gracias por leer.

viernes, 9 de abril de 2010

Porque si vos decís yo te digo.

Ella dijo: no te enamorés de mí.
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer.
Ella dijo: no me tomes de la mano
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer
Ella dijo: no me mires así
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer
Ella dijo: no me beses y cierres los ojos
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer
Ella dijo no me abraces
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer
Ella dijo: no te mueras por mí
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer
Ella dijo: no me faltes nunca
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: no me dejes de amar nunca
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: no me sueltes la mano
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: no dejes de mirarme
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: no dejes de besarme
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: no me sueltes nunca
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: me muero por vos
Y para ese momento ya había jugado tanto conmigo que lo único que pude decirle fue, “Nena, te quise, te amé, te banqué, te esperé, te soporté, y ahora te odio, justo cuando vos me decís que te morís por mí… No me jodas, porque voy a tener que callarte de un beso.”

Gracias por leer.

jueves, 8 de abril de 2010

Sos.-

Sintió la presión de viejos andamios recorriendo su pasado, las espinas de antiguas flores que no llegaron a florecer, el dolor de viejos amores que perdieron su sabor, vió esa sonrisa que le hace tanto bien, sintió esa voz que tanto lo tranquiliza, se durmió en esos labios que tanto desea, y murió por esos ojos que tanto lo encandilan…

Gracias por leer.

miércoles, 7 de abril de 2010

Besarte

Y desearía saber que pasa si te beso, me gustaría enterarme que ocurriría si te abrazo con fuerza cuando temblás de frío, qué se sentirá el que me esperes con un abrazo y un buen beso para que pase el temblor del alma, del cuerpo. Qué se sentirá el poder mirarte y saber que querés lo mismo que yo, que nos queremos, me gustaría saber que pasa por tus ojos cuando me ves… Sé que no soy un Romeo, más quiero que seas mi Julieta, que se nos aprieten los labios en un esperadísimo beso, porque solo existe una cosa más hermosa que pensar en besarte…
El besarte de verdad…

No más Usted.

Gracias por leer.

martes, 6 de abril de 2010

Querés?

“Me duele la espalda” dijo Ella “Te hago masajes” dijo él tomándola por las espalda, estaban sentados uno junto al otro y ella lo miró fijo, “estas re zarpado nene”.
Él se frenó, no podía sacar la cara de indignación, se sentía casi insultado.
“No solamente te puedo hacer masajes, si me dejas podría invitarte a cenar algo a la noche, y si la pasamos bien te podría tranquilamente decir como me hacés sentir, y si no te cae mal, podríamos ir a ver una película, y si la película esta buena me podrías dar un beso, o dos, o los que quieras, podría soportar todos, y si los besos te gustan y la peli terminó podríamos caminar de la mano por ahí, no solo eso, si la pasamos bien podrías venir a dormir a mi departamento, y seguir dándonos los besos que nos faltaron en el cine, y los que nos perdimos en la vida por no conocernos antes…
Y si la pasamos bien, lo podemos repetir mañana, por ahí sin cena, sin cine, sin departamento, pero con los besos y los paseos de la mano, pero ojo eh, solamente si querés.”
Ella lo seguía mirando, él le había susurrado en el oído todo lo dicho y no se había alejado demasiado de su cara, cambió la mueca de sorpresa por una hermosa sonrisa y lo besó, como siempre Ella elije.

Gracias por leer.

jueves, 1 de abril de 2010

Ustedes dos y ese amor en sus ojos.

Es mirar esos ojos que se miran, y ver como fluye el amor de uno al otro, es ver la pureza de lo que me enseñé a creer, verlos es como ver lo que siempre quise ser, es como mirar al espejo del amor mismo, sin prejuicios, el amor puro, de esos amores que no se ven seguido… ustedes con el amor en los ojos, me hacen creer que no todo esta tan perdido y que la magia todavía existe.

Con el amor en sus ojos, enseñan al mundo que todo se escribe en los ojos y en esa magia al mirar.

Gracias por leer.

martes, 30 de marzo de 2010

160. Cobarde para amar.

Se paró frente al cristal, opaco y difuso, enorme; no se distinguía lo que había del otro lado, no se veía mas que una mínima sombra que atribuyó a la de ella.
Avanzo un paso, y como si fuesen sombras del averno, se alzaron todos y cada uno de sus miedos y temores, de sus prejuicios y negaciones, todos parados frente a él lo atacaron, lo detuvieron por un rato, pero no pudieron pararlo, caminó con paso entre cortado, pesado, pero caminó, llegó a tocar el cristal, pero no era suficiente, ella no oía, era imposible que lo hiciera, y se empezó a rendir a bajar los brazos, pero no sería cobarde, no más.
Levanto el brazo lentamente, mientras todas las sombras intentaban frenarlo con desesperación, con el tiempo los miedos y prejuicios necesitan de la cobardía para vivir, pero no estaba dispuesto a darles el gusto…
Rompió el cristal, y mientras sus sombras seguían golpeándolo y desapareciendo, por fin, llegó a ella, la tocó, tocó su cuerpo y pudo amarla, de verdad.

Gracias por leer.

domingo, 28 de marzo de 2010

Retener

Es cuestión de dejar pasar los días, es razón de no detenerse por nada, es materia pendiente el hecho de no parar, ni ante las grandes paredes, ya no me importa tanto, y deberías de hacer lo mismo, eres bella, eres la más bella que conocí, no deberías llorar por mi, no me merezco tus hermosas y dolorosas lágrimas, no soy tan importante, mejor, empéñate en seguir, esforzate por mejorar, no me merezco nada mas que olvido, sé que es difícil de entender, que no se puede captar rápido el mensaje, pero es solamente para que me olvides, borrame de todos lados, todas las fotos, los recuerdos, las cosas tangibles, lo que queda y lo que no, hacé que desaparezca, por ahí de esa manera, se me haga mas fácil el irme, y me duela mucho menos el perderte…
No es egoísmo amor mío, no te confundas, es simple cobardía, muy típica de mí…


Gracias por leer.

sábado, 27 de marzo de 2010

No es que a nadie le importe, pero...

Porque a veces se pierde todo, porque no alcanzan los labios que me imagino para parchar los que me faltan, porque sé que te tuve y te quise tanto, porque sé será que hablo, porque no me faltan tantas cosas, porque amo las que tengo y mas aun las que no, porque me muero porque estés o porque no, porque esas cosas duran, porque duelen, porque me atropellas avasallante en cada recuerdo, porque en esos recuerdos, nunca fuimos nada, porque las cosas van pasando, porque la vida va pasando, porque no espera, porque se me agita el pecho, el corazón, porque duele el recordar, por todas las cosas buenas y malas de la vida… Hoy me rindo, me arrodillo a tus pies, me doy por vencido, te digo que te amo, que te necesito, que no puedo sin vos, que odio tu ignorancia, tu desinterés, pero no puedo vivir sin tus ojos, sin tu imagen, no puedo entrar a un lado y no preguntar por vos, si estas, no puedo hacer mas nada si no estas… me rindo, hace lo que quieras, ahora me voy, y no cierro la puerta, si queres seguime, sino, no te preocupes, sé como estar solo.

Gracias por leer.