martes, 6 de abril de 2010

Querés?

“Me duele la espalda” dijo Ella “Te hago masajes” dijo él tomándola por las espalda, estaban sentados uno junto al otro y ella lo miró fijo, “estas re zarpado nene”.
Él se frenó, no podía sacar la cara de indignación, se sentía casi insultado.
“No solamente te puedo hacer masajes, si me dejas podría invitarte a cenar algo a la noche, y si la pasamos bien te podría tranquilamente decir como me hacés sentir, y si no te cae mal, podríamos ir a ver una película, y si la película esta buena me podrías dar un beso, o dos, o los que quieras, podría soportar todos, y si los besos te gustan y la peli terminó podríamos caminar de la mano por ahí, no solo eso, si la pasamos bien podrías venir a dormir a mi departamento, y seguir dándonos los besos que nos faltaron en el cine, y los que nos perdimos en la vida por no conocernos antes…
Y si la pasamos bien, lo podemos repetir mañana, por ahí sin cena, sin cine, sin departamento, pero con los besos y los paseos de la mano, pero ojo eh, solamente si querés.”
Ella lo seguía mirando, él le había susurrado en el oído todo lo dicho y no se había alejado demasiado de su cara, cambió la mueca de sorpresa por una hermosa sonrisa y lo besó, como siempre Ella elije.

Gracias por leer.

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