martes, 25 de mayo de 2010

190. Adiós.

Me miraste a los ojos.

Estaban sentados en la parte más alejada del salón, las mesas llenas de corazones partidos, llenas de cerveza y soledad, las paredes, tan llenas de recuerdos como desde siempre. Él le sujetaba la mano con fuerza, ella tenía las palabras en los labios.
“Te amo” dijo él.
“Yo ya no” dijo ella.
Y lo dejó tirado con medio vaso de cerveza sin espuma, y todo un fin de semana lluvioso por delante.
Ella saldría, las cosas para ella se reponían rápido.
Él vería que hacer, como siempre, él solo vería.

Gracias por leer.

2 comentarios:

Luna dijo...

no son casi siempre unilaterales los adioses.

Besos

Thotila dijo...

Je, he recorrido ese camino mas veces de las que me gustaria reconocer.

Estimado, veo que no solo le gusta escribir, si no que ademas es bastante prolifico (no tengo nada que hacer y anduve revisando un poco su blog). Le comento que tengo la misma mala constumbre que usted, si lo desea, lo invito a revisar mi espacio ALEA JACI, a lo mejor le interesa.

Saludos