miércoles, 23 de junio de 2010

De almohadas y oscuridades,

Ajeno a lo demás, pero tan apegado a todo.

“Te quiero…” y resonaba en su cabeza, era como un vals de ida y vuelta, era algo bueno y cosas malas en una vorágine de sentimientos y dolores, de penas y licores, era ampliamente diferente a todo lo demás, pero a su vez era increíblemente general, era adepto a cosas que desconocía, solamente resonaba en su cabeza el “te quiero…” pausado, sentido, lagrimeado, esperado.
Abrió los ojos de manera lenta, pensando cada letra de aquellas palabras que lo hicieron tan feliz, pero todo estaba oscuro afuera de sus ojos. Y como si fuera a propósito, todas y cada una de las letras se tornaron en una maldad sin medidas, pues, todo aquello bello que sintió y recordó, no fue más que un sueño. Pero así y todo, ese mismo día se despertó, para encontrarla, como siempre.
Con ganas de más.

Gracias por leer.

4 comentarios:

Luna dijo...

Un "Te quiero " tiene un sonido maravilloso.

Besos

Cloe dijo...

A veces sólo la almohada dice lo que queremos escuchar.

Abrazo

Rocío dijo...

me encantó esto: "era ampliamente diferente a todo lo demás, pero a su vez era increíblemente general"

segui escribiendo Dami!!

beso!

Rocío dijo...

Todavía me debés una historia eh! trolo!