Me hacés bien

No poder escribir, no poder pensar bien, es por primera vez culpa de alguien que me hace bien…

Con todas las ilusiones en la mesa se paró frente a sus padres, eso de conocer a los suegros no era nada divertido, papá parecía sacado de una tétrica película de terror, y mamá con esa cara de terror ante la idea de que papá mate de un solo golpe al novio de la nena, o sea a él. Mil cosas se le cruzaron en la cabeza, era un momento crucial, era presentarse frente a la familia de la novia, la mas pequeña, el hermano parecía un guardaespaldas presidencial, y la hermana mayor estaba cuando menos, presentable con el nabo del novio, que no hacia más que mirarlo y reírse recordando cuando tuvo que hacer lo mismo no mas de un año atrás…
-“Papá, el es mi novio…”
-“Mucho gusto señor”
Papá no dijo nada (fue un momento un tanto lento digamos) extendió la mano y él hizo lo mismo, cuando esas dos palmas chocaron entre si, se apretaron mutuamente, se estrecharon con fuerza, recordando lo que su padre le había dicho hace no mucho… “lo importante es que sepa que tenés personalidad, apretá con fuerza”
-“Mucho gusto, caballero…” dijo papá y abrazo a la nena, al fin y al cabo siempre sería la nena, y él el malo.

Gracias por leer.