jueves, 7 de octubre de 2010

El juego

Siempre se trató, de esto.

“Perdimos, ganamos, en definitiva nos conocimos, ¿no?”
Cuánto amor se expresa en esa primera mirada, en esa sorda sonrisa delatora e incontenible que nos hace quedar como unos idiotas.
Cuánto de sueño o realidad hay en el conocerse, en el aceptarse, en el quererse y proyectarse.
Cuánto de verdad hay en el primer beso, en la primera caminata de la mano.
Qué se esconde detrás de las primeras coincidencias, en el desdén absurdo de querer vernos hasta cuando ya no podemos hacerlo.
Qué habita por encima de ese silencio incómodo después de la primera pelea, y antes de la primera reconciliación.
Qué somos sino más que dos nenes jugando a que crecieron y que saben a que se refieren cuando se dicen “te amo”, o cuando caminan de la mano, o cuando se besan con pasión en alguna plaza.
Qué somos sino más que intentos desesperados de salir de nosotros y vivir con eso.

Y hoy, estás… Gracias por eso.

Gracias por leer.

1 comentario:

Luna dijo...

Un juego eterno.

Besos