jueves, 16 de septiembre de 2010

210 ♦ Cuento ajeno.

Supuso en el arrebato que si bien el río siempre sigue su cauce, a veces, la magia residía en el recorrido.

Se miraban mutuamente.
-“No me mentís, ¿No?”
-“Sabés que no es así, nunca supe como hacerlo…”
-“No importa, ya me pasaron un montón de cosas en todo este tiempo, quiero estar con vos, pero no quiero que me mientan otra vez, prometeme que no lo vas a hacer…”
-“Pero, corazón, así ya te estaría mintiendo, ¿No ves que no sé de mañana? Yo no sé del futuro ni de los problemas… Lo único que sé ahora, lo único que quiero, es besarte, saber cuando menos, como se siente… Hace tanto ya que te miro, que me vuelvo loco por besarte, esos labios tienen el control de mis deseos…”
-“Te odio tarado, siempre con ese aire cansino, con esa onda de pobresito, con esa mirada de perro mojado, te odio…”

Se habrán mirado un rato más, dos minutos cuando mucho, y ella le sonrió, de manera hermosa, y el se rió, como un idiota, y se besaron…

Vaya uno a saber, hace cuanto que lo tenían guardado, hace cuanto se querían, y ahí estaban, en el patio de comidas, a dos mesas de donde estaba yo, besándose como dos locos… qué ironía.

Gracias por leer.

3 comentarios:

Ais. dijo...

Si habrán historias como esa... Pasarán veinte siglos mas y siempre será igual, ella insegura, él canchero y el futuro en una nebulosa.
Me encantó!

Saludos.
Ais.

Rocío dijo...

Oh, el otro día venía en el 105 y vi a un chico y una chica, hablando, creo que eran compañeros de trabajo, por lo que pude dilucidar. Venían hablando de cualquier cosa... en eso, el pibe empieza a acercarse de a poco, en un momento mientras ella le habla él le encaja un beso. El besito duró poco, pero pareció lindo. Lo divertido fue que después siguieron charlando como si nada, con la diferencia que ahora no se miraban a la cara, era como que les daba vergüenza o sabían que si volvían a mirarse se besaban de vuelta.

Ah! me encanta presenciar esos momentos. Después llegué a casa y besé mucho a novio, pobre pibe, no entendió nunca por qué jajaja!

Cloe dijo...

Las dudas siempre se entremezclan con el amor.

Abrazo