jueves, 18 de noviembre de 2010

En reparación...

Será la puerta o la ventana, el momento o el momentum… ¿acaso importa?

Es simple la historia, pero complejo el sentir, es distribuida la bronca, es potente el porvenir, suelo sonreír si busco mi felicidad, pero tapo con dientes las cosas que me hacen llorar…
¿Pero importa acaso el llorar?
El llorar nos es común a varios, es complicado para otros, para los “fuertes”… pero si supieran que a veces se trata de fortaleza, de superación…
Es necesario hacerlo para cerrar etapas, es privilegiado aquel que se limpia con este proceso doloroso y repetitivo, pero que funciona…
Porque las penas no son más que manchas, horribles manchas que molestan y desembellecen y no hay mejor limpieza que las que ofrecen las lágrimas del alma, las fabricadas específicamente para limpiar las manchas…
Pasará el tiempo que deba pasar, y se derramará Todo aquello que tenga que derramarse, pero si esto sirve para limpiarse, y empezar otra vez, entonces déjenme llorar esta noche, déjenme ahogarme en alcohol y dejar pasar las penas por esta noche, prometo que mañana no lo haré, es solamente para sentirme bien, y olvidar las cosas que me hacen sentir mal…
No será por mucho seguro, pero voy a desaparecer… quédense tranquilos, todavía vivo, es alejamiento para limpiar, y remodelar…

Abrazos si los quieren, besos si los piden, calcúlenle dos semanas, y volveré…

Gracias por leer.

1 comentario:

Ais. dijo...

Me parece que hay algo en el aire che... Una enojada, otro triste y bue, se es lo que se es, nos pasa los que nos pasa y qué bueno que haya amigos que nos presten el oido (o los ojos) y nos brinden su apoyo. Llore tranquilo usted que puede, a mi ya no me quedan lagrimas.

Un abrazo,
Ais.