lunes, 28 de septiembre de 2009

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Es difícil correr con los ojos tapados, pero así también, es imposible evitar las paredes que se posan tan bellas e hipnotizante frente a nosotros, dado a que se ven, están, sabemos, pero con la carrera, la velocidad y esos ojos hipnotizantes, no hay voluntad que valga, no queda más, que dar de lleno y disfrutar de la herida.

Gracias por leer.

2 comentarios:

BarbiSch dijo...

De nada, el placer es todo mío.

Cloe dijo...

La pregunta es cuántos golpes faltan todavía.

Abrazo