Se arrastraba hasta el escritorio como podía la herida en el tobillo, ya no le permitía caminar, el vidrio que se veía tras él estaba repleto de las terribles criaturas… como pudo se poso sobre el mostrador, abrió su librito rojo, y leyó con tristeza e impotencia “Si te muerden no hay cura…”. El pensamiento recorrió su cabeza, ya no tenia motivos por los que seguir… Miró la .22 con bronca… “No quiero ser como ellos…” dijo. Y mientras el vidrio cedía, se tiro en la sien apretando los dientes y rezando que quien lo juzgase en el purgatorio, tenga piedad de el…
El día en que me quieras.
Hace 10 años
4 comentarios:
Siii el amanecer de los muertooos!!!
aiiiaa...una vibora? un escorpion? que feito saber que te vas a morir en minutitos, muy macrabro damian jeje,
besitos
qué buen narrador sos!, en un fragmentito llegás a transmitir pila! la situación, el escenario, el estado del personaje...andás volando Damián :-)
me causa curiosidad lo mismo que Flor ¿qué criaturas eran esas?
mmmmmmm...sean las que sean, está güenaazo!
Besotes de la berenjena Charrúa!!!
para mi las criaturas son la gente, los otros. Hacen de nosotros lo que quieren y nosotros tampoco lo impedimos.
EN fin, quizás pensé cualquiera, que se yo..
te mando un beso dami, nos hablamos ^^
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