Y la lluvia rompía con fuerza en las baldosas de la calle, cantaba con el árbol del fondo, silbaba mientras caía, y se deshacía en el suelo, la música parecía lejana como si no estuviera al alcance de nadie, y tus brazos abrazaban los míos, y tus labios besaban los míos, y tus ojos miraron los míos, y no te dije que te amaba, pues era poco el tiempo, pero los ojos hablaron, las manos sintieron y los corazones eligieron, en esta tarde lluviosa en tu cama y con vos.
Gracias por leer.
Café frío y Mondoke.
Hace 7 años
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