“Que lindos ojos”, pensó, y se remordió la conciencia unos momentos con esos ojazos, el lugar estaba concurrido y la muchachita llamaba claramente la atención, no era de las mujeres que se pueden ignorar, pero a él le costaba poder acerarse, “y tiene un muy lindo cuerpo también…” se dijo para adentro una vez más, “y esta ahí, sola, aunque muchos la miren como tiburones a sus presas, ella sigue ahí parada moviéndose al compás de la música”. El alcohol podía generar todo tipo de cosas en esas horas de la madrugada, pero por alguna extraña razón, no generaba valentía…
“UY QUE BUEN TEMA!” grito al mismo tiempo que empezó a moverse torpemente pero con todas las intenciones de pasarla bien; se acerco lentamente, la valentía surgía despacio y la muchacha notaba su avance, se movía mas provocativa que antes, es que ya lo veía venir, sacudió su pelo rubio y cuando lo volvió a mirar, él ya estaba ahí…
“no se porque…” le grito al oído tratando que lo escuchara por encima de la música, “pero no puedo dejar de mirarte…”, ella se rió y le dijo también “es por todo lo que tomaste…”; “no! No es por el alcohol, él apenas me ayudo a acercarme, pero estoy acá porque quiero bailar con vos, aunque sea un tema, agarrarte de las manos aunque sea por 5 minutos nada más, alcanzan y sobran, y si por esas casualidades, algo de mi te pareció copado y se te cae un beso, quedate tranquila, lo voy a juntar con mucha dedicación…”; una vez más ella rió pero con un poco mas de complicidad, lo tomo de las manos se bamboleo al compás del tema, se tropezó y cayó sobre él; lo miro más de cerca, no había nada por lo que darle algún beso, no había nada copado en él, pero se sonrió igual, y le comió la boca como a nadie, nunca…
Por supuesto la fiesta termino, salieron juntos, estuvieron un momento mas en la puerta, y él la acompaño a la casa, pensando que es mejor disfrutar y arriesgarse, antes que terminar como de costumbre…
Hubiese sido un buen final…
Gracias por leer.