domingo, 31 de octubre de 2010

Domingos como este

Con los ojos cerrados y la música alrededor.

Si te habrás acercado, si te habrás antepuesto sobre todo lo que me interesaba, por supuesto apareciste y desapareciste, te hiciste fuerte con ese vaivén de porquería… sufriste las caídas, las risas y el dolor, te fortaleciste entre malestares, te potenciaste con mi depresión, pero estabas ahí, quién lo hubiese dicho, ni siquiera lo noté, pero estuviste ahí.
Caminamos, sí que lo hicimos… vos te habrás equivocado, yo me habré esforzado, pero después de las corridas, muy a pesar de las carreras, acá nos vemos, ambos estupefactos de la idea académica de que “Nosotros” puede ser una realidad.
Y con “on the radio” en los parlantes, Regina Spektor nos cuenta de nuestro pasado, y morimos de amor con esas palabras, y nos abrazamos en el llanto, y vos mi solcito, y yo tu limón, y nosotros los tarados, soñando este sueño nuestro, solo nuestro…
Esperanzas si las hay, nunca se pierden.

Gracias por leer.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Existir.

De la paciencia y mis virtudes, guardo solo lo necesario.

Algunas veces sueño con desperdiciar estos momentos inútiles, o aprovecharlos mejor, sacarle brillo a las horas en que nos desencontramos, sueño con pasar el tiempo perdido disfrutando cosas, me imagino lo que sería si fuera…
Vivir de esas cosas hace mal, hacer es lo que hace bien.
Hoy no me dejas ni siquiera escribir, no me dejas pensar; si esto fuese más justo, entenderías el por qué de la cuestión, y cuando me esté yendo, con mi cara destruida, con mi reconocimiento perdido y mis alas deshechas, no me dirías más que un beso, no me contarías más que un abrazo y por sobre todo, no me amarías más de la cuenta, sin tener presente lo mucho que lo necesito…
Déjame vivir sin sentir que la lluvia se va a llevar todo, agarrame la mano y deja que yo haga el resto, deja que estas palabras sean lo que quieras oír y así, en una de esas somos el uno para el otro.

Gracias por leer.

viernes, 22 de octubre de 2010

Los caminos.

Ni mi camino ni los tuyos…

Son mis sueños luchados
Mis momentos vividos
Mis vidas perdidas
Mis amigos amados
Mis amores de la vida
Mis recuerdos adorados
Mis personas queridas
Mis dolores más profundos
Mis penas lastimeras
Mis pesares pesados
Mis acompañantes de ocasión
Mis enemigos de alma
Mis compañeros de vida
Mis perdidos bailes
Mis perdidas alegrías
Mis tratos con la muerte
Mis despedidas sin retorno
Mis regresos sin llamadas
Mis hermanos amados
Mis primos queridos
Mis viejos adorados
Mis idas tenebrosas
Mis vueltas oscurecidas
Mis maneras de verte
Mis motivos para quererte
Mis maneras de idealizarte

Quizás, con todo esto, después de todo
Solo me reste encontrarte.

Gracias por leer.

miércoles, 20 de octubre de 2010

220.- Si yo.

Con esto nunca alcanza.

“¡Pura espuma!” le gritó ella con fuerza, casi con odio, mientras él la miraba sorprendido ante su reacción cuando la quiso saludar.
“te haces el ¡no sé! Te haces el vivo, decís cosas lindas, te miro como una idiota, provocas algo en mí, y cuando te veo te quedas en el molde, no me decís nada loco, nada lindo, nada suspirante… ¡pero me miras con esa sonrisa! ¿Qué te pasa, te lo preguntaste? ¡Ay me haces poner loca! ¿Por qué no me decís lo mismo?...”
Él la miraba extrañado, sentía un ardor en el pecho, no podía respirar muy bien, estaba ¿emocionado? Cómo definirlo, se había quedado sin palabras, no esperaba tal reacción.
“Besarte, ¿te parece? O agarrarte de la mano y llevarte a caminar por ahí ¿no es linda propuesta? Y mientras caminamos te voy diciendo todo lo que me haces sentir, por qué, desde cuándo, cómo… te digo todo, te lo recito si querés, no sé, no pensé que necesitaras algo así de mí… bah, nunca me habían pedido algo así”
Ella mantenía su cara de enojo, mirándolo fijo, con ira (una disimulada y fingida ira), él sonreía mirándola igual…

No importa lo que pase, ni yo lo sé…

Gracias por leer.

martes, 19 de octubre de 2010

Deseos

De entre todo renazco.

Entre el odio y la desesperación,
“Te deseo lo peor aunque sé que no se hace
Te deseo el dolor porque sé lo que se siente
Te deseo el odio porque me lo hiciste sentir
Te deseo la felicidad trunca
Te deseo los colores más oscuros
Te deseo el pesar del no poder
Te deseo el olvido
Y por sobre todo te deseo, de corazón
Que todo el mal que hiciste en mí
Vuelva y lo entiendas, lo aceptes y se haga tu piel”
Exclamé.
“Porque no te odio más
Porque ya no me importas
Porque no caeré en el suplicio del dolor
Porque ya no rezaré por tu alma y su salvación
Porque no me importa si vas arriba o abajo
Porque no me interesa que seas feliz
Porque no pienso seguir sangrando por vos”
Me juré.
Porque me juré pelear solo por lo que valga la pena
Y porque sobre todo, hoy entiendo
Que no vales ni eso, ni mi rencor, ni mi odio
Ni mi bronca, ni mi pena
No vales nada más que este simple suspiro
Que hoy tiro al azar
Ni para que lo leas, ni para que lo entiendas
Este suspiro, es una escupida de mi tiempo pasado
Este suspiro, es un adiós, y que la pases bien…

Gracias por leer…

lunes, 18 de octubre de 2010

Alguna noche de estas.

De qué o de cuánto… no importa, mientras todo esto sea cursi.

Una mañana, una de esas en las que no nos despertamos apurados
Una mañana de las que se dibujan con crayones
Una mañana como las de antes, con olor a pasto recién cortado
Una mañana soleada y con aroma a nuevo
Una mañana de domingo quizá, o de lunes
Alguna mañana, sé que alguna mañana o…
Una tarde, ¿por qué no?
Una de esas tardes de mística
Una de esas tardes de trabajo
Una tarde de universidad, con gustito a mate
Una tarde con Ismael Serrano cantándonos “amores imposibles”
Una tarde con alguna canción romántica
Una tarde de mates entre nos, y con bizcochitos o facturitas
Una tarde medio alegre o complicada,
Una tardecita linda y con el sol naranja en el ocaso…
Si, alguna tarde, sé que alguna tarde o mañana, o…
Una noche, una noche tranquila
Una noche con ruido y música de baile
Una noche en algún restaurante o con una rica comida casera
Una noche en la que con dos sillas alcance y sobre
Una noche sin problemas o preocupaciones
Una noche de amor continuado o de una película
Una noche llorando o riendo,
Una noche entre los dos
Sé que una noche de estas, o una tarde o una mañana
Alguno de los dos se irá, o pensará en hacerlo
O vos o yo tengamos que hacerlo porque aquél nos llama
Así que mejor, por qué no desde mañana
Nos levantamos temprano, cortamos el pasto
Nos quedamos a la luz del sol
Nos tomamos unos mates con bizcochitos
Salimos un rato
Comemos algo tranquilos
Miramos alguna película
Nos dejamos de pelear y preocuparnos
Y disfrutamos de lo que tenemos
Porque yo te tengo a vos
Y vos me tenés a mí, y aunque mañana nos lleve la vida
Las cosas siempre van a ser así

Gracias por leer.

martes, 12 de octubre de 2010

Radio.

Prepárate, pues todo está por venir.

En la radio sonaba la dulce voz de la señorita, tan dulce y simpática.
“perdón” repetía, (no le prestaba mucha atención) suena un tema cursi, de esos que me agradan escuchar en mi retorno a casa tras la universidad…
Las voces comienzan a hablar, la hipocresía en algunos, la estúpida voz de perdón fingido en otros “perdón por dañarte, señora X la necesito”; “no te quise engañar, tu hermana se me regaló” cosas así, estúpida miseria de la fragilidad humana, de esa palabra que a la gente le sale tan fácil sin siquiera sentirlo “perdón” se repetían unos a otros, errores estúpidos y frágiles.
Ya harto de escuchar tanta estupidez, tanta hipocresía y dispuesto a cambiar de radio, le dí una última oportunidad al último oyente con una voz treintona…
“Perdón, qué se yo si decirlo acá, perdón, pasaron tantos años ya, nos perdimos tantas cosas, pareciera ayer cuando te vi por primera vez, con tu uniforme hermoso, con tu pelo atado, nunca fuiste la más linda, eso nunca te importó, pero así tan arrogante y despreocupada eras todo lo que siempre soñé igual.
Con cara de cansada, con una sonrisa impecable, me acerqué a duras penas, necesité que me necesites, insistí en que me veas, pero estabas ahí, de repente y casi sin esforzarme demasiado estabas tan apegada. Nos contamos de la vida, nos reímos del pasar del tiempo… creo ahora, contando bien, que fueron años los que pasaron con estas palabras en la garganta… jaja debo parecer un idiota diciéndole esto a una mina que no le dije siquiera como me llamo, pero por ahí estás escuchando por ahí, abrazada a tu marido, o cenando con tus hijos, o vaya a saber Dios si con tus nietos (rió con nostalgia, quién sabrá lo que se le cruzó por la mente…).
Por ahí me escuches y te acuerdes de mí…
En definitiva, quería pedirle perdón, a ella que me está escuchando, perdón, amor de mi vida, por nunca habértelo dicho.”
El tema cursi siguió, y sé que es re cursi todo esto, pero me hizo erizar la piel… y me encanta que se me erice la piel con cosas como estas

Si hubieran escuchado la melancolía de sus palabras, a ustedes también se les hubiese estremecido el alma…

Gracias por leer.

jueves, 7 de octubre de 2010

El juego

Siempre se trató, de esto.

“Perdimos, ganamos, en definitiva nos conocimos, ¿no?”
Cuánto amor se expresa en esa primera mirada, en esa sorda sonrisa delatora e incontenible que nos hace quedar como unos idiotas.
Cuánto de sueño o realidad hay en el conocerse, en el aceptarse, en el quererse y proyectarse.
Cuánto de verdad hay en el primer beso, en la primera caminata de la mano.
Qué se esconde detrás de las primeras coincidencias, en el desdén absurdo de querer vernos hasta cuando ya no podemos hacerlo.
Qué habita por encima de ese silencio incómodo después de la primera pelea, y antes de la primera reconciliación.
Qué somos sino más que dos nenes jugando a que crecieron y que saben a que se refieren cuando se dicen “te amo”, o cuando caminan de la mano, o cuando se besan con pasión en alguna plaza.
Qué somos sino más que intentos desesperados de salir de nosotros y vivir con eso.

Y hoy, estás… Gracias por eso.

Gracias por leer.