jueves, 29 de abril de 2010

Observador... Nueva

Miro. Y eso, me molesta.

Te pusiste frente a mí, creo que lo esperaba hace rato, pero no se me mueven las manos, no coordino las palabras, no puedo sentir los perfumes que te rodean, estoy hipnotizado no puedo escapar de esa sensación, de esa marea que sube a la tarde y se va a la noche, dejándome solo. Y me encanta la sensación de rozarte, pero no me llena el querer besarte.
Rozas mi piel, estremeces mi mundo, y te das vuelta, aunque tus ojos parecen pedirme el atropello, los míos no lo interpretan todavía, dejándome atontado, remordiendo los labios.

Nace otra…

Gracias por leer.

martes, 27 de abril de 2010

Fin.

Hoy tantas cosas me hacen bien, me hacen feliz, que los amores pasados son lejanas corrientes de cosas que no van a pasar.

La calle desolada estaba cuando ella asomó por la ventana, el sol brillaba fuerte cuando ella posó en mi sus lentes, todo estaba demasiado iluminado cuando ella sonrió con emoción.
Hace mucho que no la veía y lo mejor que pudo hacer fue reír para ella, por el amor que se tuvieron, por lo que la quiso y por todo lo que quedó en el pecho.
Y eso, lo hizo aún más feliz.
Fin.

Gracias por leer.

viernes, 23 de abril de 2010

Diabla.

Sos como una balanza que va y viene de manera indescriptible e imperceptible.

Si seguía sus pasos quizás no llegue muy lejos, pero era un tanto embriagador percibir esa mirada tan, mística digámosle. No era de resaltarse demasiado del resto, uno o dos puntos que le jugaban a favor, como por ejemplo su boca, cegadora digámosle. Y tu mística y tu cegadora se hicieron prioritarias en mi vida, y tus buen día, y buenas noches son el combustible de mi alma, porque corazón ya no tengo, es tuyo y está sobre tu mesita de luz.
El Diablo me vino a visitar anoche, dice que te ame, pero Dios me propuso dejarte, dice que si sigo con esto no me va a poder ayudar. ¿Quién se cree que es? ¿Cuándo me ayudó?

Gracias por leer.

jueves, 22 de abril de 2010

Esperar.

Es como verte mirar y mirarme viéndote…

Se mordió los labios, no podía dejar las manos quietas, esperaba sentado en la escalinata fría, esperando, como se esperan los buenos momentos.
Ella bajó sonriente (en realidad jamás había notado el hecho de que ella sonreía seguido cuando estaba cerca de él), caminó un pequeño tramo y lo miró fijo “¿Hace mucho que esperás?”.
Él bajó la mirada con una sonrisa delatora, “creo, no, estoy seguro que estoy sentado en esta escalinata desde hace mucho tiempo esperándo a alguien que me vea con esa hermosa sonrisa en su cara, y mejor aún, que se alegre porque yo esté acá.”
Ella se sentó a su lado, le sostuvo la mano y le dijo “Siempre soñé con alguien que me espere, por ahí nos soñamos mucho tiempo, ¿no te parece?”.
Miraron sus miradas mirándose, pero a él le distrajo su boca, y a ella esa sonrisa que no podía sacar de su cara (él estaba feliz), “¿Te molesta si te doy un beso?”
Ella negó con la cabeza, él le acarició las mejillas, ella cerró los ojos, él sonrió y le comió la boca de un beso, con ese rico sabor a menta de sus labios.

Gracias por leer.

lunes, 19 de abril de 2010

Brillá.

Hacés cosas que ignoré que puedas llegar a hacer, es como si supieras todo, a cada momento, lo que necesito y lo que me falta.

Él miraba el techo, dibujaba figuras que brillan en la oscuridad.
Ella sentada en la cama se enjuagaba las lágrimas.
Él giraba de un lado al otro desacomodando las sabanas sin conciliar el sueño.
Ella no podía recostarse, el pecho le dolía demasiado.
Él creyó verla, dibujada en un dibujo que no estaba.
Ella vio un destello de luz en sus lagrimeantes ojos.
Él estiró su mano y creyó tocarla.
Ella sintió el roce, y abrió los ojos.
Él también y se vio con una enorme sonrisa.
Ella dejó su perfume en él.
Él su caricia en ella.
Saciamos nuestras penas, y juramos encontrarnos, no te llamo, no me mostrás afecto, pero hagas lo que hagas estás acá.
Hoy hablo tal vez tanto de Él y Ella, es que esas palabras son mejores que vos y yo, ya perdí tanto que no sé si quiero calificarte todavía, mejor que seas… una imagen brillante en mi cabeza.

Gracias por leer.

sábado, 17 de abril de 2010

170. Sábado

Me costó asumirlo, pero lo entiendo mejor hoy que nunca antes.

Él pensaba en colores, en páginas de libros pequeñas, en cuentos viejos.
Ella miraba la televisión como su único escape, y tenía en mente el estudiar.
Él pasaba de hojas casi sin leer, simulando, y con la cabeza casi en blanco.
Ella miraba el pasillo de su casa, dibujando figuras en la oscuridad.
Él se rindió y puso una película.
Ella se paró, quería irse a dormir.
Él marcó el número.
Ella miró el celular con asombro.
Él la llamó.
Ella contestó, entre emoción y sorpresa.
“¿Hacés algo esta noche? Estaba pensando en vos, te juro que no paro de pensar en vos, y se me ocurrió si querías ver una película conmigo, mirarla no más si querés.”
Ella se quedó helada con la propuesta, se le dibujó una sonrisa enorme.
Él aguardaba en silencio su respuesta, temblando levemente.
Ella abrió la boca para contestar.
“Te entiendo si no querés, en fin siempre ponés excusas para vernos los dos solos. Pero no te preocupes, nos vemos el lunes, que duermas bien.”
Y ella se quedó atónita ante la reacción.
Y él, marcó el otro número.

Gracias por leer.

viernes, 16 de abril de 2010

No sé si creer o dejarme llevar.

Sinceramente tengo en mis manos decisiones que no se si existen, tengo ambas partes de destinos inconclusos y dispuestos a juntarse, ¿Será que te encontré por fin? ¿Será que ya nada va a detener estas cosas hermosas que me hacés ver, que me hacés sentir?
No me asusta el pasado, más no quiero pensar en futuros, tus labios hoy son tu mejor regalo, y tus abrazos mi mejor abrigo, la ternura se apoderó de mí, y tu amor me sanó para siempre…

Gracias por leer.

martes, 13 de abril de 2010

Lluvia

Y la lluvia rompía con fuerza en las baldosas de la calle, cantaba con el árbol del fondo, silbaba mientras caía, y se deshacía en el suelo, la música parecía lejana como si no estuviera al alcance de nadie, y tus brazos abrazaban los míos, y tus labios besaban los míos, y tus ojos miraron los míos, y no te dije que te amaba, pues era poco el tiempo, pero los ojos hablaron, las manos sintieron y los corazones eligieron, en esta tarde lluviosa en tu cama y con vos.

Gracias por leer.

lunes, 12 de abril de 2010

Arrepiento.

A veces me arrepiento de ser así, no muy a menudo, pero me arrepiento…
Frenar en cada detalle, adorar cada roce, sentir cada palabra, morir por cada mirada…
A veces me arrepiento de ser así, no muy convincente, pero me arrepiento…
Por tener en cuenta cada palabra, por recordar cada detalle, por frenar en cada pequeñez…
A veces me arrepiento de ser así, no muy arrepentido, pero me arrepiento…
Pero freno otra vez y te veo venir, te veo llegar, y no me asusta el golpe, y ahí es cuando me arrepiento de mi cobardía, y de mi poca voluntad…
Y te odio por causar eso, y te amo por el odio.

Gracias por leer.

domingo, 11 de abril de 2010

Sentí.

Sentí tu respiración sobre la mía, sentí tu cuerpo pulsando el mío, sentí tu mirada en mis ojos cerrados, sentí tus palabras de amor, sentí a tu boca diciendo cosas al aire, sentí a tus oídos escuchando mis latidos, sentí tu sonrisa en los mejores amaneceres, sentí un golpecito en la cabeza para que me despierte, sentí tus besos de desayuno, tuve la sensación de haber sentido cuando venías, y hasta creo que siento tus palabras de adiós…
Hoy la casa está vacía amor mío, hoy la cama no tiene ese calor, bendigo el día que me enamoré de vos, y desprecio el día en el que sin tener en cuenta las cosas ese bastardo te asesino. Y entre odio y rencor, entre impotencia y dolor, hoy abrazo tu almohada, y creo sentir todavía tu beso en la mejilla cada mañana…

Gracias por leer.

viernes, 9 de abril de 2010

Porque si vos decís yo te digo.

Ella dijo: no te enamorés de mí.
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer.
Ella dijo: no me tomes de la mano
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer
Ella dijo: no me mires así
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer
Ella dijo: no me beses y cierres los ojos
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer
Ella dijo no me abraces
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer
Ella dijo: no te mueras por mí
Yo le dije: no me digas lo que tengo que hacer
Ella dijo: no me faltes nunca
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: no me dejes de amar nunca
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: no me sueltes la mano
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: no dejes de mirarme
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: no dejes de besarme
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: no me sueltes nunca
Yo le dije: no digas boludeces
Ella dijo: me muero por vos
Y para ese momento ya había jugado tanto conmigo que lo único que pude decirle fue, “Nena, te quise, te amé, te banqué, te esperé, te soporté, y ahora te odio, justo cuando vos me decís que te morís por mí… No me jodas, porque voy a tener que callarte de un beso.”

Gracias por leer.

jueves, 8 de abril de 2010

Sos.-

Sintió la presión de viejos andamios recorriendo su pasado, las espinas de antiguas flores que no llegaron a florecer, el dolor de viejos amores que perdieron su sabor, vió esa sonrisa que le hace tanto bien, sintió esa voz que tanto lo tranquiliza, se durmió en esos labios que tanto desea, y murió por esos ojos que tanto lo encandilan…

Gracias por leer.

miércoles, 7 de abril de 2010

Besarte

Y desearía saber que pasa si te beso, me gustaría enterarme que ocurriría si te abrazo con fuerza cuando temblás de frío, qué se sentirá el que me esperes con un abrazo y un buen beso para que pase el temblor del alma, del cuerpo. Qué se sentirá el poder mirarte y saber que querés lo mismo que yo, que nos queremos, me gustaría saber que pasa por tus ojos cuando me ves… Sé que no soy un Romeo, más quiero que seas mi Julieta, que se nos aprieten los labios en un esperadísimo beso, porque solo existe una cosa más hermosa que pensar en besarte…
El besarte de verdad…

No más Usted.

Gracias por leer.

martes, 6 de abril de 2010

Querés?

“Me duele la espalda” dijo Ella “Te hago masajes” dijo él tomándola por las espalda, estaban sentados uno junto al otro y ella lo miró fijo, “estas re zarpado nene”.
Él se frenó, no podía sacar la cara de indignación, se sentía casi insultado.
“No solamente te puedo hacer masajes, si me dejas podría invitarte a cenar algo a la noche, y si la pasamos bien te podría tranquilamente decir como me hacés sentir, y si no te cae mal, podríamos ir a ver una película, y si la película esta buena me podrías dar un beso, o dos, o los que quieras, podría soportar todos, y si los besos te gustan y la peli terminó podríamos caminar de la mano por ahí, no solo eso, si la pasamos bien podrías venir a dormir a mi departamento, y seguir dándonos los besos que nos faltaron en el cine, y los que nos perdimos en la vida por no conocernos antes…
Y si la pasamos bien, lo podemos repetir mañana, por ahí sin cena, sin cine, sin departamento, pero con los besos y los paseos de la mano, pero ojo eh, solamente si querés.”
Ella lo seguía mirando, él le había susurrado en el oído todo lo dicho y no se había alejado demasiado de su cara, cambió la mueca de sorpresa por una hermosa sonrisa y lo besó, como siempre Ella elije.

Gracias por leer.

jueves, 1 de abril de 2010

Ustedes dos y ese amor en sus ojos.

Es mirar esos ojos que se miran, y ver como fluye el amor de uno al otro, es ver la pureza de lo que me enseñé a creer, verlos es como ver lo que siempre quise ser, es como mirar al espejo del amor mismo, sin prejuicios, el amor puro, de esos amores que no se ven seguido… ustedes con el amor en los ojos, me hacen creer que no todo esta tan perdido y que la magia todavía existe.

Con el amor en sus ojos, enseñan al mundo que todo se escribe en los ojos y en esa magia al mirar.

Gracias por leer.