El guía miro con gran entusiasmo al grupo que hoy le tocaba dirigir, “Buenas tardes, bienvenidos al tour de grandes ilusiones”. Comenzó mostrando las típicas cosas, las comunes, se guió muy bien por todas las zonas ajenas a sentimientos, por los músculos, por todos los aparatos que integran el cuerpo…
Se adentro por fin al sector más famoso del recorrido… “bueno señores visitantes, les presento el corazón” al principio le resulto un poco raro el polvo que vio en las paredes, lo triste y abandonado que se veía todo, un par de parches por ahí desparramados que intentaban disimular las tristes heridas que asomaban por detrás. “este es el sector mas conocido del individuo, como ven es tierra virgen en todo el recorrido, además hay una pequeña reseña del cerebro y todo lo que respecta al amor, pueden ver tranquilamente, vean pasen observen lo que este corazón ofrece…”; una mujer a lo lejos lo llamo silenciosamente, y le mostró un cartel, colgado en una de las paredes… este daba la prueba de que se encontraban en un lugar triste, solitario, que necesitó mil veces de pequeños arreglos, pero que jamás se hicieron como se debe, se observo claramente la soledad, la tristeza, la pena que residía en aquel abandonado lugar… Un par de lágrimas rodaron por los rostros que apreciaban al lugar con algo mas que ojos curiosos, los que entraron al corazón e inmediatamente entendieron a que iba la visita, “perdón visitantes, pero, creo que es mejor salir da aquí… me acompañan?” dijo alejándose despacio a la puerta de salida, miro por última vez el interior, y pensó “Pobre…”
El tour registraba el interior de un hombre que había fallecido, y que se había ofrecido voluntariamente a este proyecto de viaje a través del cuerpo, sus virtudes y sentimientos.
El cartel decía “Se ofrece este corazón, chiquito, un poco descuidado, pero con espacio suficiente para que alguna mujer se acomode, y viva feliz adentro todo el tiempo que quiera, de lo contrario este aparato inerte se detendrá sin sentir amor…”
Haga lo que haga de mi vida, no quiero ser ese hombre voluntario…
Gracias por leer.